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El castellano está arrasando en Finlandia

El castellano está arrasando en Finlandia, donde las adolescentes deliran por las canciones del colombiano Juanes, el tango y otros bailes latinos están de moda y el estudio del idioma español cautiva a los estudiantes, desbancando al alemán y al ruso, un fenómeno que fue impulsado por el auge de la internet.

El español arrasa en Finlandia

El Correo Digital

«¡A Dios le pido que si me muero sea de amor, que si me enamoro sea de vos!...» El estribillo de esta conocida canción del colombiano Juanes es el 'grito de guerra' de las adolescentes finlandesas en cuanto se dan cuenta de que la visita que ha llegado a su escuela habla castellano. Por los patios y los pasillos de los institutos de Finlandia se escuchan numerosos saludos y expresiones en español. Los bailes latinos están de moda, las academias de flamenco tienen éxito y la serie de los Serrano –en castellano con subtítulos en finés, por supuesto– arrasa.

Los estudiantes finlandeses, además de las dos lenguas oficiales y el inglés, cursan un segundo idioma extranjero, como materia optativa. El español está de moda. En muchos institutos ha desbancado al ruso y el alemán, los más demandados hasta ahora. «El boom comenzó con la internet. Los chavales se dieron cuenta de que el castellano se habla en muchos países. También influye la música latina, tan de moda ahora en Finlandia», dice la profesora de castellano del Bachillerato de Vidhin Lukio, en Nummela. Y, en efecto, muchos califican a ese país como «la capital europea del tango».

Vacaciones en España

Las vacaciones en España han hecho el resto del trabajo al castellano. «Una gran parte de los alumnos del centro pasa el verano en España. Es más, tienen casa propia allí, principalmente en Andalucía y en Canarias. Eso les anima a apuntarse a castellano», comenta Tuija Turkki.

En institutos como el de Vidhin Lukkio, situado en una zona de habla finesa, muchos chavales acuden con más gusto a las clases de español que a la de sueco. Y no lo ocultan. Tiia Hapulahti, Pauliina Vestergard, Teemu Mäkela, Teemu Kuoppamaa son cuatro adolescentes de 14 años. Están sentados en el pasillo del instituto de Nummela, a la espera de que empiece la clase. No lo dudan cuando se les pregunta por la materia que más les complica la vida. «¿El sueco!», exclaman al unísono.

«En pueblos como Nummela en los que nadie habla sueco, los estudiantes se quejan mucho porque no le ven utilidad. Prefieren estudiar inglés o castellano, los consideran más prácticos para su futuro. Hay que hacer una gran labor de concienciación», añade Tuija.