El lenguaje deportivo del siglo XXI
Jesús Castañón Rodríguez analiza la difusión internacional del lenguaje periodístico del Deporte, tomando como referencia el Diccionario panhispánico de dudas, de las academias españolas, y el Manual de español urgente, publicado por la agencia EFE. Castañón, un lingüista especializado en lenguaje deportivo, nos cuenta que estas obras proporcionan 261 orientaciones diferentes sobre los más diversos deportes y nos presenta un pantallazo del lenguaje deportivo en el siglo XXI.
para el siglo XXI
En los últimos tiempos, la lengua del deporte ha ganado presencia social y ha sido motivo de reflexión en numerosas publicaciones, pero dos obras referencia han servido como guía la para la difusión internacional del lenguaje periodístico del deporte en el siglo XXI: el Diccionario Panhispánico de dudas y el Manual de español urgente.
Estos volúmenes proporcionan 261 orientaciones diferentes, de los que 111 términos tienen carácter general, 106 guardan relación con diecinueve deportes olímpicos (atletismo, baloncesto, béisbol, boxeo, ciclismo, esquí, fútbol, hípica, hockey, judo, lucha, natación, piragüismo, taekuondo, tenis, tenis de mesa, vela, voleibol y waterpolo) y 44 hacen referencia a otros catorce deportes (aeróbic, artes marciales, automovilismo, aviación, campin, críquet, deporte extremo, golf, montañismo, motociclismo, pádel, rugby, surf y windsurf).
Del contenido de sus entradas se desprenden cinco centros de atención: los extranjerismos, con adaptaciones gráficas, recomendaciones ortográficas, equivalencias léxicas y alternativas a construcciones sintácticas con influencias extranjeras; el empleo de sinónimos; el comentario de dudas y errores más frecuentes en el uso del género y en la formación de plurales; la aparición de vulgarismos procedentes de la jerga periodística; y las expresiones tópicas.
La Real Academia Española, la Asociación de Academias de la Lengua Española y la Fundación del Español Urgente se han enfundado la camiseta para que para que el mundo de la comunicación "noquee" estos problemas, no pierda el tiempo en tánganas/tanganas y triunfe el "juego limpio" (fair play) en el buen uso del idioma.
Llevan a la cancha voces de doble acentuación como "beisbol/béisbol, futbol/fútbol, Karate/Kárate y olimpiada/olimpíada" y despejan dudas sobre el uso de "árbitra y lideresa" como femeninos de árbitro y líder. Presentan alternativas a palabras extranjeras que no son necesarias, al sugerir que «aficionado, dopaje o foto de llegada," sustituyan a "amateur, doping y foto finish».
Proponen que cácher, cadi, cros, golaveraje, jóquey, jonrón, tablavela, taekuondo, yoquey y yudo" le propinen un 'croché' (crochet) a catcher, caddie, cross, goal average, hockey, home run, windsurf, taekwondo, jockey y judo. Y que ampáyer, derbi, eslalon, esparrin, esprín o rali entren en juego por umpire, derby, slalom, sparring, sprint o rally para que sus plurales sean ampáyeres, derbis, eslálones, espárrines, esprínes o ralis.
Y viven el deporte de aventura para que balsismo, puentismo y senderismo se liberen de la presión (pressing) ejercida por rafting, puenting y trekking.
En resumen, el Diccionario Panhispánico de dudas y el Manual de español urgente comentan propuestas para que el lenguaje periodístico del deporte logre en el siglo XXI el récord de hablar y escribir para llegar más lejos, más alto y más fuerte.
1 El autor es lingüista, especialista en lenguaje deportivo y editor del sitio web Idioma y Deporte