artilugio
El diccionario de la Academia española define artilugio como un ‘mecanismo, artefacto, sobre todo si es de cierta complicación’ y agrega “se usa más en sentido despectivo” o también ‘ardid o maña, especialmente cuando forman parte de algún plan para alcanzar un fin’. No obstante no ofrece su etimología.
La palabra fue formada en forma culta en el siglo XIX, por composición, a partir del latín ars, artis ‘arte’ + lūgeo ‘llorar, lamentarse, estar de luto’. Luto, digámoslo de paso, viene de luctus, justamente el participio pasivo de lugeo. Este verbo latino estaría vinculado con el protoindoeuropeo loug-eie- ‘tragar’.
Observemos que en castellano arte, como elemento compositivo, se utiliza en algunas palabras cuyo significado involucra algún tipo de engaño o falsedad, tales como artificio, artificial o artimaña, que es a lo que parece referirse la Academia española con la marca de despectivo.
Emilia Pardo Bazán utilizó artilugio en su novela Insolación (1889):
Eran dos mozas: una que tostaba garbanzos en una sartén puesta sobre una hornilla: otra que pasó y con las sayas derribó el artilugio. Jamás he visto en rostro humano expresión de ferocidad como adquirió el de la tostadora.