almirante
Este vocablo está registrado en nuestra lengua desde 1256, pero ya en el siglo X aparecía en las Glosas –consideradas como los primeros testimonios escritos de un romance que más tarde sería castellano–, bajo la forma arabizada amirate, derivada del árabe amīr ‘jefe’, ‘emir’. En el bajo latín ibérico, que tenía fuerte influencia árabe, algunos jefes militares eran llamados al-amirate, término del cual surgió la palabra castellana almirante, con el significado de 'jefe de las fuerzas navales'.
En 1256, Alfonso el Sabio concede franquicias y exenciones impositivas, entre otros, a un tal “Don Rui López de Mendoza, almirante de la mar”, según se registra en documentos de la ciudad de Ávila (Corde). No obstante, quien había creado esa dignidad fue su padre, Fernando III el Santo.
Almirante es dicho el que es caudillo de todos los que van en los navíos, para fazer guerra sobre mar: é ha tan gran poder quando vá en flota, que es asimismo hueste mayor, o otro armamiento menor, que se faze en lugar de cavalgada, como si el mesmo rey hi fuese. Partidas (L. 3, tít. 24).
El más célebre almirante de la historia de España fue sin duda Cristóbal Colón, quien recibió tal dignidad de los Reyes Católicos, al regreso de su primer viaje a lo que, creía, eran “las Indias”.