mambo
El ritmo del mambo se originó en Cuba, en una época en la que había un importante contingente de haitianos. La fusión del swing y de la música cubana produjo esta fascinante novedad musical y coreográfica. Dicen que el mambo no podría haber nacido antes de la boda de los ritmos cubanos con el jazz estadounidense.
Dámaso Pérez Prado lo presentó por primera vez en el club nocturno Tropicana de La Habana, en 1943.
Pero no hay que olvidar que la música cubana había recibido fuerte influencia de los ecos africanos aportados por los inmigrantes procedentes de Haití.
Y en esta isla vecina, mambo es el nombre de una sacerdotisa vudú, que apoya a los aldeanos como consejera, curanderar y adivina, con poderes traídos del África negra. Podemos observar que los grupos consonánticos mb, ngy nd, pertenecen al complejo lingüístico Níger-Congo, y que están presentes en los nombres de otros ritmos, como conga, milonga, samba, tango, cumbia y candombe. En la lengua africana swahili, mambo significa ‘cosas’ u ‘objetos’.