jabón
El jabón es un producto que sirve para la higiene personal y para lavar determinados objetos, además de ser un poderoso bactericida. Se puede encontrar en pastilla, en polvo, en crema o líquido. Es producto de una reacción química entre una sal de sodio o de potasio y una grasa o un aceite.
Muchos siglos antes de las invasiones bárbaras, vocablos de las lenguas germánicas empezaron a entrar al latín. Autores clásicos como Plinio y Marcial usaban la palabra sapo, saponis para significar ‘jabón’, producto cuyos secretos los romanos no conocían, por lo que se veían obligados importarlo desde el norte de la frontera. La palabra germánica saipo llegó pues al imperio en plena época clásica. Saponarius era el que importaba el jabón y saponatum, el agua enjabonada.
El viejo vocablo “bárbaro” se estableció así, un milenio después, en el castellano como jabón, en portugués sabão/sabonete, en francés savon, en catalán sabó, y así en muchas otras lenguas romances y en otras no romances, como el inglés soap o el alemán Seife. Es preciso señalar que estas dos últimas lenguas pertenecen al tronco germánico, de modo que no necesariamente tomaron la palabra del latín.