hebilla
Al ajustar la hebilla del cinturón, no se nos ocurre pensar que los romanos ya usaban esa palabra bajo la forma fíbula, empleada para denominar una especie de broche o hebilla que utilizaban para sujetar sus ropas, lo que explica el cultismo fíbula, que subsiste aún hoy en castellano para denominar esas piezas antiguas.
El vocablo había adoptado en latín vulgar la forma fibella y en 1258 aparecía como fiviella, en este fragmento de un documento de Alfonso X dirigido a Castilla la Vieja: nin trayan çapatos a cuerda nin de fiviella. Du Cange atestigua otras formas en latín medieval, como fibbia y fibla.
En portugués, esta voz se mantuvo más fiel al latín, con fivela 'hebilla' y el verbo afivelar 'ajustar una hebilla'.