clérigo
Para los antiguos griegos, un clérigo era alguien que se dedicaba a los juegos de azar, más precisamente a uno de los más primitivos: un sorteo que se practiba arrojando tejuelas, o sea, pedazos de barro cocido.
Los griegos llamaba a estas tejuelas κλήρος (kleros), palabra pronto pasó a significar ‘sorteo’, después, ‘el objeto ganado en el sorteo’ y, más tarde, ‘los bienes recibidos en herencia’.
Con el advenimiento del cristianismo κληρiκός o, en latín, clericus, se adoptó para denominar al hombre que había sido elegido por Dios para orientar a los fieles. En el islam, se llama hoy clérigos a los dirigentes religiosos.
En español surgió la expresión coloquial clérigo de misa y olla, para referirse al eclesiástico de cortos estudios y escasa autoridad.