gnomo
De acuerdo con viejos mitos que prosperaron durante la Edad Media en el norte de Europa, proliferaban en las entrañas de la tierra extraños personajes que fueron llamados gnomos, que trabajaban en minas que solo ellos conocían, y atesoraban oro y piedras preciosas.
Se los representaba como individuos muy pequeños, de apariencia humanoide, feos y dotados de gran inteligencia. Estos seres míticos aparecen hasta hoy en cuentos infantiles escandinavos, dibujos animados e historietas. En todo occidente se pueden encontrar representaciones de estos seres en cerámica que decoran los jardines.
Un detalle de género: las gnómidas, las mujeres de los gnomos, eran mujeres de singular belleza, aunque poco se habla de ellas en las historias sobre este mito.
Algunos autores, tal como el prestigioso etimólogo británico Eric Partridge han supuesto que el nombre de los gnomos provendría del griego γνῶσις‘conocimiento supremo’, debido a su sabiduría y a los conocimientos que se les atribuían sobre los secretos de la Tierra.
Sin embargo, otro etimólogo de nota, el catalán Joan Corominas, planteaba la hipótesis de que proviniera del neolatín de los alquimistas gnomus, formado a partir de un hipotético griego γηνόμος (genomos), derivado del griego νέμεσθαι (némesthai) ‘el que vive debajo de la tierra’.