autillo
Ave nocturna europea, semejante al búho, de unos 18 cm de altura, de plumaje castaño grisáceo, pico corto y muy curvado, con ojos de color amarillo brillante; su canto es monótono y muy característico, parecido a un pitido breve y agudo que se repite cada pocos segundos, a veces durante horas.
Las hembras son más grandes que los machos. Está identificado en la nomenclatura binaria como Otus scops. Es un ave migratoria que pasa los inviernos en el África subsahariana, para luego volver a Europa en el equinoccio de primavera.
El origen de su nombre ha sido objeto de polémicas que jamás fueron resueltas. Friedrich Diez quiso derivarlo del griego ῶτως (otos) ‘búho’, pero Corominas (1980) ve dificultades fonéticas insalvables que tornarían esa hipótesis inaceptable, a su juicio, y prefiere atribuirle un probable origen onomatopéyico, basado en el grito del ave: a-ut, en lo que coincide con el Diccionario de Autoridades (1726).
Observa, no obstante, que existía en la Argentina un vocablo autero, que no encontramos atestiguado y que significaba ‘agorero, que presagia desgracias’ y sugiere que tal vez autero y autillo provinieran de un sustantivo auto ‘desgracia’. Corominas cita a O. di Lullo, Canc. de Santiago del Estero:
Las lechuzas, en todo el noroeste argentino son conocidas como aves de mal agüero, son auteras, esto es, presagian desgracias.