inquilino
Del latín cultus ‘acto de cultivar o practicar algo’, derivado de colěre 'cultivar, honrar', que a su vez dio lugar a incōla 'habitante, morador'. Hacia 1450, en las Etimologías romanceadas de San Isidoro, se registra por primera vez la palabra inquilino:
E este departimiento ha entre los inquilinos e los advenedizos: que inquilinos son los que van de logar en logar e nunca fincan quedos, e advenedizos moradores o labradores son los que después que vienen al logar moran ý por toda vida, e dende son llamados incole, porque ya son moradores ab incolendo, esto es, 'de morando', allí (Corde).
Inquilino es definido en Autoridades ―la primera edición del diccionario de la Academia― en 1734, como ‘morador de casa alquilada’ y se le atribuye origen en el latín Inquilinus.
Mientras tanto, alquiler ―la ‘acción de alquilar’ y el ‘precio en que se alguila algo’― proviene del árabe hispánico alkirá, y este del árabe clásico kirā'. En portugués, en cambio, en portugués, el equivalente aluguel se formó a partir del latin, allocare, formado con el prefijo al-, variante de ad-, y locāre ‘poner, colocar`.