estocástico
El cambio lingüístico es un fenómeno universal, inevitable y permanente. Las lenguas cambian de formas que no se pueden prever ni orientar en ningún sentido por un mero acto de voluntad. Es comparable en muchos aspectos con la selección natural darwiniana: no persigue un objetivo determinado, se impone sobre otros miles de cambios que ocurren permanentemente y no prosperan, simplemente porque los hablantes lo hallan apto para sus necesidades expresivas. En ese sentido, se trata de una decisión colectiva y no consciente, o no enteramente consciente, de la comunidad lingüística
Por esta razón, el cambio lingüístico —al igual que el darwiniano— no es aleatorio, como las tiradas de un dado, que están enteramente libradas al azar, de acuerdo con leyes estudiadas por la matemática y la estadística. Estos últimos fenómenos, en los que los sucesos dependen enteramente del azar, se llaman estocásticos. Esta palabra fue tomada del griego στοχαστικός (stochastikós), que significa ‘conjetural’, por el estadístico alemán de origen ruso Ladislaus Bortkiewicz' (1868-1932).