pingüino
Tras la referencia al adjetivo pingüe en un envío reciente, muchos lectores me preguntaron si tenía alguna relación etimológica con pingüino, una conjetura razonable dada la semejanza morfológica de ambas palabras, aunque su relación semántica parece ser muy distante, lo que no es nada raro en etimología. La respuesta parece ser no.
Según el etimólogo neocelandés Eric Partrigde, pingüino es una voz de origen gaélico, formada composicionalmente por pen 'cabeza' + gwyn 'blanco', una composición que se repite en varias lenguas célticas para referirse al pato llamado en español 'alca', cuya apariencia guarda una remota semejanza con el pingüino y con el pato conocido en el Río de la Plata como 'mergullón'.
Corominas ve con cierto recelo esta hipótesis y encuentra más verosímil el vocablo bretón equivalente pennguenn. Pingüino entra en el diccionario de la Academia española a partir de la edición de 1927, al parecer por influencia del francés pingouin, aunque los primeros casos del corpus académico datan de 1931, en textos del poeta creacionista chileno Vicente Huidobro y del humorista español Enrique Jardiel Poncela. En francés, en cambio, los primeros testimonios de pingouin son del año 1600; el vocablo demoró más de tres siglos en cruzar los Pirineos.