mago
Actualmente llamamos magos a los ilusionistas, prestidigitadores y, en general, a los artistas del espectáculo que divierten al público simulando tener poderes sobrenaturales o habilidades inexplicables. También usamos esta palabra para nombrar a alguien que alcanza un éxito sobresaliente en alguna actividad: “mago de la canción” o “mago de las finanzas”.
La palabra proviene del persa antiguo magi, que inicialmente era el nombre de una tribu de la región de los medos y luego se adjudicó a los sacerdotes del zoroastrismo. Los llamados “Reyes Magos” mencionados en el Evangelio eran probablemente sacerdotes persas.
El cambio de significado del término se debe a la identificación que hizo después la Iglesia católica de las religiones no cristianas con la brujería y el demonio.
La palabra persa nos llegó al castellano a través del latín magus, y este del griego μάγος (mágos).