mejilla
La palabra proviene del latín maxĭlla que, para los romanos, significaba ‘quijada’. La primera documentación en nuestra lengua aparece el poema de Berceo Vida de san Millán de la Cogolla (c 1230:v.209):
El uésped de Onorio, que fue mal segudado
sedié man' a maxiella, plañiendo so mal fado.
(man' a maxiella significa aquí "mano en la mejilla, pensativo').
Corominas (1980) explica que el mismo cambio de significado, de latín a romance, ocurrió también en Italia, Valonia, Gascuña y Galicia y observa que incluso en vasco masaila significa ‘carrillo’.
La forma mexilla ya aparece en el Vocabulario de Nebrija (1495), reaparece en el diccionario académico Autoridades (1734) y se mantiene hasta la edición de 1803; la grafía actual mejilla llega a la Academia en 1817.