albergue
Los pueblos germánicos que invadieron la península ibérica a comienzos del siglo V, trajeron consigo sus variedades lingüísticas, pero asimilaron rápidamente las costumbres hispánicas y el latín peninsular, dejando apenas unas docenas de palabras en nuestra lengua.
Los guerreros se establecían con sus tropas en campamentos que llamaban haribaírgo, palabra formada por harjis ‘ejército’ y baírgan ‘conservar’, ‘guardar’, o sea, ‘lugar donde se alberga el ejército’.
El vocablo germánico se convirtió en alemán antiguo en heriberga, que evolucionó hacia el actual Herberge. En las lenguas europeas, haribaírgo derivó hacia el italiano albergo, el francés auberge y el español albergue.
En el español de hoy, no tiene por cierto ninguna connotación militar, sino que la palabra refiere a lugares de acogimiento, alojamiento o resguardo.