secuestrar
Privar de libertad a una persona para exigir dinero o el cumplimiento de determinadas condiciones para su liberación. El copamiento de un vehículo de cualquier tipo, reteniendo a su tripulación y a sus pasajeros, para exigir un rescate es otra acepción de la misma palabra
Sin embargo, se trata de un vocablo de origen jurídico: para los romanos, sequestrare significaba ‘depositar judicialmente un valor, dejándolo en poder de un mediador o depositario a quien llamaban sequester, palabra derivada del indoeuropeo sekw- ‘depositario’.
Nebrija define el vocablo sequestrum como ‘secrestar en tercero’, es decir, depositar en manos de un intermediario.
Los primeros diccionarios de la Academia española solo incluían esta acepción judicial, mientras que la de ‘privar de libertad a una persona con el fin de exigir un rescate’ solo aparece en 1884. En el Corpus Diacrónico del Español (Corde) solo aparecen casos de secuestros y secuestraciones referidos a la apropiación (embargo) de bienes muebles e inmuebles. El primer secuestro con la acepción actual lo encontramos en el Corpus Diacrónico del Español (Corde), en una obra de Julián Zugasti y Sáenz: El bandolerismo (1876-1880), en referencia al secuestro y ejecución de un tal Orellana.
En química, existe un producto llamado sequestrene que se usa en medicina y en agricultura para “secuestrar” iones de metales pesados, eliminándolos del organismo.