letargo
Sopor, modorra y también estado de somnolencia prolongada y profunda, causado por enfermedades nerviosas, infecciosas o tóxicas.
En la mitología griega, Lete, la hija de Eris —personificada por lo general como diosa de la discordia— dio su nombre al manantial del Olvido, que más tarde se convirtió en la laguna Lete o río Leteo, en cuyas aguas los muertos bebían para olvidar su vida terrestre por completo. Las almas que retornaban a la vida, ya con un nuevo cuerpo, volvían a beber del río Leteo para olvidar lo que habían visto en el mundo de las sombras.
El nombre de Lete proviene del verbo λανθάνειν (lanthánein) ‘ocultarse’, ‘olvidar’. Lete acabó por convertirse en alegoría de la muerte y del sueño. En latín, su nombre dio lugar a letum ‘muerte’ y letalis ‘letal’, y en griego a λήθαργος (lḗthargos) ‘letargia’. La palabra latente es del mismo origen y significa ‘oculto’; aunque suele usarse equivocadamente en el sentido de ‘palpitante, vivo’, pensando que proviene del verbo latir.