quórum
Hoy llamamos quórum al número mínimo de miembros necesario para que sean válidas las decisiones que adopte un cuerpo deliberante o legislativo. La exigencia de quórum es una forma de evitar que una decisión pueda ser adoptada por un número pequeño de participantes.
En los cuerpos colegiados de la antigua Roma, cada nuevo integrante era recibido mediante la fórmula quorum vos unum esse volemus ‘de los cuales queremos tú seas uno’. Esta fórmula se aplicó también en un antiguo tribunal británico, cuyos miembros actuaban en forma solidaria, que se denominaba Justices of the Quorum. En los Parlamentos modernos, una de las técnicas de obstrucción llevadas a cabo por los sectores de oposición consiste en no presentarse en las reuniones, de manera de lograr que el cuerpo no tenga quórum para sesionar o para votar.
En los últimos años la Academia española ha decidido escribir esta palabra sin tilde, por considerar que se trata de un latinismo crudo y recomendó asimismo usar preferentemente la palabra cuórum.
En el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA), de la propia Academia, aparecen 976 casos de uso con tilde, 71 sin tilde, y ninguno de la novel palabra cuórum.