exorcismo
Práctica religiosa realizada para expulsar una fuerza maligna, generalmente un demonio, del cuerpo de una persona. Según esta creencia, esa fuerza o demonio “posee” a la persona, sometiéndola, controlándola y haciéndola obrar conforme a su voluntad.
El exorcismo no es una novedad introducida por la Iglesia católica, como algunos creen, sino que hay evidencia histórica de procedimientos similares en el Antiguo Medio Oriente, en el antiguo Egito, en Grecia, así como en los diversos chamanismos de Turquía, Siberia y Mongolia.
La palabra nos llegó desde el latín tardío exorcismus, y este del griego έξορκισμός (exorkismós) ‘acción de tomar un juramento’. La palabra exorcista, del griego έξορκιστής (exorkistés), aparece por primera vez en el nuestra lengua, antes que exorcismo, en Berceo (s. XIII), Vida de Santo Domingo de Silos:
Plogo al exorcista mucho esta sentencia,
metió en conjurarlo, mucha mayor fimencia.
Exorcizar está atestiguado en castellano solo a partir de 1633, tomado del latín tardío exorcizare en Paravicino (citado por Corominas 1980).