truculento
Que asusta o causa horror por su excesiva crueldad o, si se trata de una historia, por el dramatismo con que se presenta: Es una película truculenta. El vocablo es actualmente de uso corriente, como vemos en este fragmento de La ciudad de las bestias (2002), novela de Isabel Allende:
Sus hermanas todavía sufrían pesadillas con los vampiros y zombies escapados de sus tumbas que aquella abuela malvada invocaba en la oscuridad. Sin embargo, no podía negar que eran adictos a esas truculentas historias.
Lope de Vega ya empleaba ese vocablo en su Jerusalén conquistada (1609):
El pueblo al son del truculento Marte
Leuantò la ceruiz al daño atenta,
Que el sueño con sus lazos humillaua,
Y vio humilde la mar, la tierra braua.
En la lexicografía hispánica, truculento aparece registrado desde el Diccionario de Autoridades (1739), pero ya había sido empleado por Cervantes en el Quijote (1606).
La palabra proviene del latín trucŭlěntus, con el significado de ‘que tiene aire, aspecto duro, cruel, feroz, amenazador’. Cicerón la usó en la expresión trucŭlěntīssimum facinus ‘crimen muy atroz’.