recoveco
Rincón o lugar escondido por causa de la disposición de un lugar: Estas casas antiguas son muy grandes y llenas de recovecos. Se emplea también metafóricamente, con el significado de ‘puntos recónditos de un ente abstracto’, como en este ejemplo de Benito Pérez Galdós, en su novela Rosalía (1872):
Ni por el último recoveco de la mente le pasaba a éste la idea de que fuese su padre, y así, en cuanto oyó las señas, juzgó que venía en busca suya cierto prestamista.
Un ejemplo contemporáneo lo encontramos en el autor venezolano Arturo Uslar Petri, en su novela La visita en el tiempo (1990):
En algún recoveco de las Alpujarras estaría Aben Humeya, con sus guerreros y sus alfaquíes rezanderos.
La palabra aparece por primera vez en el Diccionario de Autoridades (1737), con un significado directo ―‘vuelta y revuelta de algún sitio ò paráje’― y otro metafórico: simulado artificio ù rodeo de algun sugeto, para conseguir algun fin. Este diccionario aventura una curiosa etimología: Pudo decirse de la partícula Re y la voz Cueva.
Corominas (1980) considera posible la vinculación con cueva, del latín cavus ‘hueco’, pasando por el latín vulgar cŏva, pero también cita la antigua expresión portuguesa andar às recubeques ‘andar en zigzag’, y expresa la posibilidad de que se trate más probablemente de un derivado prerromano que romance.