alarde
Acto de jactancia, de exhibición presuntuosa que alguien hace de algo. Este sustantivo dio lugar al verbo alardear, ‘hacer alarde’, ‘jactarse’. Este verbo fue calificado como “anticuado” por el Diccionario de Autoridades (1726), pero reapareció en la segunda mitad del siglo XIX, y mantiene plena vigencia hasta hoy.
Existen registros de alarde desde el siglo XVI, como en este fragmento de Juan de la Cueva en su comedia El infamador (1581):
Huélgome de hallarte tan contento, y más de oírte engrandecer tus bienes haciendo alarde dellos, dando al viento cuenta particular de los que tienes.
La palabra tiene origen militar; en efecto, proviene del árabe hispánico al‘árḍ, y este del ár. clás. ‘arḍ, que significaba 'revista de tropas', 'desfile militar'. Uno de los significados que le asigna el Diccionario de la lengua española es el de ‘formación militar en la que se pasaba revista o se hacía exhibición de los soldados de sus armas’. O sea que se trataba de un alarde de poderío militar para intimidar al enemigo. En la España medieval, esta revista militar la hacía cada 1º de marzo el propio rey, o la persona designada por él.
Existen registros del rey Alfonso el Sabio de la variante alardo: E desque les ovo a todos enseñado assí e los vío de cómo estavan armados fízoles fazer alardo, e pareciéronle bien.