
El ex presidente ecuatoriano Rafael Correa permanece asilado en Bélgica / François Lenoir - Reuters
asilo
Derecho que un gobierno puede conceder a un ciudadano extranjero perseguido, desterrado o fugitivo de su propio país por motivos políticos raciales o humanitarios. Se distingue del refugio porque el asilo se concede a individuos, mientras que el refugio puede abarcar grupos humanos.
En el caso de este ejemplo, tomado de la novela de Jesús Torbado El Peregrino, el asilo es concedido por una entidad religiosa:
Le habían llamado mucho la atención su pelo y su barba roja, lo huidizo de su mirada y el exceso de humildad, cuando había pedido asilo en la abadía, casi veinte años atrás.
La palabra proviene del latín asylum, y este del griego ασυλος (asilos) ‘inviolable’, formada a partir de άσυλάω (asyláo), compuesta por el prefijo privativo ά- antepuesto a συλάν (sylán) ‘saquear’. Asilo se empezó a usar en nuestra lengua en el siglo XVII, como vemos en este fragmento de sor Juana Inés de la Cruz en su Inundación Castálida (1689, Corde):
[...] la que venga los agravios y anula leyes injustas, asilo de los pupilos y amparo de las vïudas; la que libertó los presos de la cárcel.
Este vocablo se aplica también a instituciones de beneficencia, generalmente estatales, en las que se recoge o se presta asistencia personas sin recursos.