
“Naufragio”, óleo de Joseph M. William Turner (1805) / Tate Gallery
naufragio
Accidente en el cual una embarcación se hunde mientras navega o choca contra un arrecife u otro obstáculo. El naufragio en tiempo de paz más conocido, no solo por la enorme cantidad de muertes que causó, sino también por sus repercusiones periodísticas y cinematográficas, fue el del Titanic, que se hundió tras chocar con un iceberg, causando la pérdida de más de 1.500 vidas humanas.
El vocablo naufragare se empleó, aunque raramente, en el romance castellano con el significado de ‘mutilar’, como vemos en los Fueros de Medinaceli (1129, Corde):
Qui naufragare miembro dotro peche XXX et VII mencales et medio al rencuroso, et LX sueldos á los alcalde.
(Quien mutilare un miembro de otra persona, pague 37 mencales y medio al reclamante y 60 sueldos a los alcaldes).
El significado actual solo se usó a partir de fines del siglo XIV, según verificamos en este fragmento de la Crónica de los Reyes Católicos (1491-1516):
Y el Rey Católico, como supo del naufragio del rey don Felipe y la pérdida que avía avido de sus naos, le enbió otras...
La palabra nos llegó desde el latín naūfrăgium, lengua en la cual se formó por composición, a partir de nauis ‘nave’ proveniente del griego ναυς (naús, bisílaba), cf. el sánscrito nāús, por un lado y, por otro, con el verbo latino frāngere ‘romper’, ‘quebrar’, ‘despedazarse’.