¿Estados Unidos necesita un idioma oficial?
Helen Aguirre Ferréwww.diariodelasamericas.comAlgunos alegan que sí. Entre ellos, varios senadores federales, entre ellos Mel Martínez, John McCain y Hillary Clinton que apoyan un proyecto de ley que declara el inglés el idioma nacional del país. Que significaría esto si llegara a convertirse en ley, no está claro. Hillary Clinton, en el último debate entre candidatos presidenciales del partido demócrata, distingue entre el inglés como idioma nacional versus el idioma oficial. Según ella, el inglés es el idioma nacional de facto, pero si se hiciera la distinción de declarar el inglés como idioma oficial esto impediría al gobierno federal imprimir boletas electorales o rótulos en lugares públicos como los aeropuertos y hospitales públicos en distintos idiomas. Pero varios analistas legales difieren. “Ningún termino tiene un significado inherente, sólo el congreso le puede dar ese significado.,” dijo Howard Wasserman, profesor de leyes de la universidad de FIU. Según el proyecto de ley Inhofe, se eliminaría el reclamo de que el gobierno federal está obligado a comunicarse con los ciudadanos y residentes de los Estados Unidos en un idioma fuera del inglés. El debate no es nuevo. Desde que se fundó la patria, se ha debatido la importancia de establecer un idioma oficial. Cuando John Adams, que llegó a ser el segundo presidente de la república, quiso establecer una academia oficial dedicada a promover y obligar el uso del inglés, el congreso rechazó su propuesta declarándola “anti-democrática y un riesgo para la libertad individual.” Eso fue en 1780. En el 2007, el debate sigue. Para algunos, el motivo es el debate inmigratorio. “Según la Oficina del Censo Nacional, 95% de los estadounidenses hablan el inglés bien o muy bien. En el 65% de los hogares hispanos, se hablan por lo menos dos idiomas sin la exclusión del inglés. No necesitamos legislar el idioma y no deberíamos de impulsar el monolingüismo,” afirma Lida Rodríguez-Taseff, abogada del bufete Duane Morris y frecuente analista para CNN. No obstante, muchos opinan lo contrario. Según una encuesta de Zogby International, el 85% de los encuestados prefieren establecer el inglés como el idioma oficial y 26 estados ya tienen leyes que declaran el inglés como idioma oficial estatal. Arnold Schwarzenegger, el gobernador de California de origen austriaco, dijo que los inmigrantes deberían de apagar la televisión en español para aprender inglés. “Tienen que apagar la televisión en español y aprender el inglés rápidamente.” Más significativo quizás fue que lo dijo en la reunión de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos. La indignación entre los 700 miembros de la prensa hispana no es porque lo que dijo Schwarzenegger sea políticamente incorrecto, es porque no reconoce que los hispanos se asimilan rápidamente. Cuesta trabajo que nuestros hijos hablen español, particularmente si los padres hablan el inglés bien. La inmensa mayoría conversa, bromea y se enamoran en el idioma del país. El Wallstreet Journal informa que las clases para aprender inglés en las escuelas públicas están llenas hasta el tope y que existe una lista de espera. Si se quiere el inglés como idioma oficial, y para apaciguar a los preocupados por la identidad idiomática y cultural del país, podrán dormir más tranquilos ofreciendo más oportunidades para aprender inglés. Es el idioma de mayor oportunidad, pero no se deben excluir otros idiomas. Esa exclusión no tiene sentido en el siglo de la globalización y avances en telecomunicaciones que rompen las barrera fronterizas y unen a pueblos lejanos. Quizás Rubén Navarrete, columnista del San Diego Tribune, lo dice mejor. “Francamente, no me importa si los candidatos a presidente hablan español, francés o suahili. Lo que quiero es que tengan dominio del sentido común.” Lamentablemente, el sentido común es el menos común de todos los sentidos.