¿Hoy googleamos, mañana hablaremos?: el impacto del anuncio de ChatGPT
ChatGPT fue lanzado en 2022 // Imagen: AFP
En octubre de 2022 era imposible para los usuarios promedio generar un texto único, creativo, con IA. Hasta que apareció ChatGPT con su versión 3.5.
El pasado lunes 13 de mayo de 2024, ChatGPT anunció su versión multimodal: en unas semanas podrás hablarle en diferentes tonos, interrumpirle, gritarle y que te entienda qué y cómo estás hablando. El asistente podrá observar lo que hay a tu alrededor y hablarte en diferentes idiomas. Todo en tiempo real como si fuera un diálogo humano.
Lo que más me impactó de las demostraciones que hicieron el lunes fue la del integrante de OpenAI respirando de manera intensa y la asistente dándose cuenta de ese sonido y sugiriendo una forma más pausada de respiración. "Parecés una aspiradora", le dijo. Entiende hasta cómo respirás y en milésimas de segundos.
Qué dicen los expertos
Carlos Santana, un youtuber especializado en entender la inteligencia artificial generativa, dijo que de haber sacado ese asistente virtual en el mismo momento del anuncio, hubiera tenido un impacto social mayor respecto a la salida de ChatGPT de 2022 orientado solo a texto. No explicó por qué dijo esto, pero creo que la facilidad y lo divertido que puede ser hablarle a una máquina y que te responda rápido lo haría mucho más popular que lo que es ahora escribirle.
Bilinkis dijo en una entrevista en La Nación que un asistente así puede ser muy útil para la educación. Citó la demostración que hizo OpenAI sobre un padre, que está colaborando con su hijo en sus deberes, y que le pide a esta nueva versión de ChatGPT que lo ayude a resolver en una prueba matemática sin darle la solución. Es decir, que lo ayude a entender. La tecnología era capaz de observar lo que este niño dibujaba. Iban conversando de una manera muy humana.
¿Qué se espera para el futuro?
Sam Altman, CEO de OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT, ve un futuro con más asistentes virtuales que sean aliados en resolver nuestros problemas diarios. Considera que las personas seremos "curadoras" de ideas. "Porque la inteligencia artificial puede generar grandes ideas todavía, pero necesita un humano que diga esto es lo que otras personas quieren", dijo Altman.
El cine anticipó esta revolución
Altman tuiteó la palabra Her y decenas de miles de personas reaccionaron a esas tres letras. Tres letras que obedecen a una película de ciencia ficción de 2014 que trata sobre un hombre solitario que desarrolla una relación emocional con un sistema operativo avanzado diseñado para satisfacer todas sus necesidades.
Esta es una muestra más de cómo el cine anticipa tecnologías que hoy son realidad. Sobre todos estos temas charlamos un rato largo esta semana con Nicolás Tabárez, uno de los periodistas que más sabe de cine en Uruguay, y me contó que va a explayarse sobre este tema en su newsletter Doble Programa. Qué veo
Me imagino un futuro tecnológico mucho más hablado que escrito con la tecnología. Si todavía no les hablamos tanto a las máquinas (Google Assistant o Siri) es porque seguro no han tenido el suficiente desarrollo. Hablar con alguien y obtener respuestas que demoren más de un segundo resulta frustrante.
Si alguien tiene fluidez para hablar con nosotros, además de complicidad, interpretación, empatía, sentido del humor y es divertido, ¿no te gustaría conversar con él? Y si te enseña paso a paso a aprender un idioma y es paciente en tu proceso, ¿no confiarías?
Estoy seguro de que puede ser una herramienta, si se usa bien, para aprender muchas cosas que hasta ahora requieren de interfaces o mecanismos más engorrosos. Me imagino decenas de situaciones: desde estar cocinando y pedirle que en 20 segundos te diga una receta según lo que tengas en la heladera; estar escribiendo una nota, tener duda de la edad de un protagonista y resolverla en milésimas de segundo.
También me imagino desarrollos futuros basados en esta tecnología. ¿Y si el Estado empieza a impulsar trámites que sean resueltos con comandos de voz? ¡Qué fácil sería sacar la cédula!
Es muy loco pensar que la interfaz del futuro hombre-computadora sea menos pantalla. Le hablamos a “un más allá” que nos podría resolver todo, sin necesidad de usar nuestros dedos.
Hoy googleamos, mañana hablaremos. Suena mágico.
Dicho esto, no sería tan apocalíptico en que todo esto viene a borrar de un plumazo lo que estamos haciendo. Me gusta pensar en la IA como una herramienta. En un “copiloto” como lo bautizó Microsoft.
Obvio que me planteo sus riesgos y sus defectos: como los sesgos que puede tener para hablar sobre determinados temas (la Unesco advirtió sobre esto).
Me pregunto cómo esta catarata infernal de información puede ser manejada por una empresa que desconocemos cómo puede mutar en 20 años. Nadie se imaginaba cuando nació Google que este buscador sepa más de nosotros que nosotros mismos. ¿Qué pasará con OpenAI?
Y si empezamos a hablar más con un chat de voz que con personas, ¿cómo cambiará nuestro vínculo humano? Recuerdo que me puse a reflexionar sobre esto cuando WhatsApp habilitó la posibilidad de acelerar audios.
En medio de tanta revolución tecnológica, te hago una reflexión final: no hay nada como el vínculo humano. “Qué bueno que ya no sos una pantalla”, recuerdo que escuché en el aeropuerto en 2018 cuando una mujer se encontraba con un ser querido. La tecnología ayuda, pero no es el fin. Es el cómo.