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Acto de Galicia Bilingüe acaba en batalla campal

09/02/2009

El Correo GallegoLo que debería ser una jornada democrática se convirtió en la más burda representación de síntomas totalitarios. El colectivo Galicia Bilingüe había convocado, y tenía la correspondiente autorización, una manifestación para pedir que las familias gallegas pudieran tener libertad para elegir el idioma en el que desean educar a sus hijos. En frente se situaron grupos radicales e independentistas gallegos para reventar la marcha. Consiguieron que muchas familias dieran vuelta a atrás ante el temor de actos violentos pero no lograron su objetivo. La contundente actuación de la Policía lo impidió. El parte de guerra habla (ver página siguiente) de diez radicales detenidos, uno contusionado, dos agentes heridos y cuantiosos daños en escaparates y mobiliario urbano. Al estilo Jarrai.En el acto, al que según fuentes policiales (citadas por la agencia Efe) acudieron cerca de siete mil personas, más de 2.500 según la Policía Local, sobre 3.000 de acuerdo con los organizadores (cita de Europa Press) y solo 600 según las webs de los colectivos independentistas, coincidieron dirigentes del PP, que asistieron "a título individual", así como del partido de Rosa Díez, Unión de Progreso y Democracia, entre otros colectivos. Era el mediodía cuando los manifestantes se congregaban en la Alameda compostelana y allí ya se produjeron los primeros incidentes al ser increpados, insultados y agredidos por los contramanifestantes. La intervención policial permitió que arrancara la marcha pero no cesaron las vejaciones por lo que se produjo la primera carga, luego fue un rosario de incidentes aunque los seguidores de Galicia Bilingüe siguieron el recorrido previsto hasta la plaza de la Quintana, donde se leyó un manifiesto en el que se reclamaba la "libertad para elegir" el idioma. "Somos las personas las que tenemos derechos, y no las lenguas", señaló la presidenta de Galicia Bilingüe, Gloria Lago.Esta, que expresó su preocupación por la proliferación de grupos radicales, reclamó que los comunicados oficiales sean bilingües, que las ayudas oficiales se otorguen indistintamente si se emplea gallego o castellano y que los libros de texto no lleven "la bandera roja". "No aceptamos porcentajes" de empleo del gallego en la enseñanza, dijo Lago, que insistió en que "nuestra lucha no acabará hasta que nuestros derechos sean respetados". Por el PP acudieron al acto, entre otros, el secretario general del PP gallego, Alfonso Rueda, así como la candidata por Pontevedra y ex alcaldesa de Vigo, Corina Porro, o la dirigente nacional y ex ministra de Sanidad, Ana Pastor. Rueda indicó que a la manifestación acudió mucha gente de su partido, pero a título individual, "por una razón muy sencilla: porque creemos en la libertad y somos gallegos y queremos ejercer como tales". Preguntado por si la defensa de elegir supone que se segregue a los niños en la enseñanza entre quienes estudian gallego y castellano, Rueda indicó: "Todo se puede organizar sobre la base de la libertad, lo que no puede ser es imponer una lengua u otra". Por su parte, Ana Pastor manifestó que la actuación de los radicales demuestra "la intolerancia de algunas personas y colectivos incapaces de respetar las ideas de los demás". Añadió que "la manifestación no es excluyente ya que proclama la igualdad y el respeto entre ambas lenguas". Corina Porro insistió en la defensa que hace el PP de la "cooficialidad" de las dos lenguas y manifestó que si los populares llegan al Gobierno darán "siempre libertad". Así criticó el decreto que regula el uso del gallego en la enseñanza, "que coarta las libertades" y renovó la promesa de su partido de derogarloMientras, la líder de Unión de Progreso y Democracia, Rosa Díez, justificó su presencia en la manifestación convocada para reclamar libertad de idioma en la escuela al señalar que es preciso defender "derechos conculcados".Además de la manifestación y la protesta de los independentistas, en la Alameda se congregó también un grupo que quería parodiar a los manifestantes y, en ambiente lúdico, dieron vivas a España y a la Policía, disfrazados de Guardia Civil, de obispo, de flamenca y de torero, al tiempo que una charanga interpretaba pasodobles.