Al Diccionario de Oxford le crece un
corazón
Belén Hernández, El PaísDesde ahora, un corazón junto a dos nombres no será un simple dibujo de adolescentes o una demostración de amor; el símbolo tendrá reconocimiento oficial como verbo. Al menos, en inglés. El Diccionario de Oxford ha incluido el símbolo gráfico del corazón ('heart' en inglés) como otra acepción, de utilización coloquial, del verbo amar. Incluso ya se puede encontrar la definición en la versión online con la que cuenta el prestigioso diccionario. Es uno de los más de 45.000 nuevos términos que el Diccionario de Oxford ha aceptado en su última actualización, concluida hoy. El resultado ha sido la revisión de 285.000 acepciones de diferentes vocablos que han cambiado a lo largo del tiempo.I (corazón) NY es el logo que más popularidad le ha generado al dibujo cardiaco, eternamente inmortalizado en camisetas y pegatinas. Fue un encargo en 1977 de William S. Doyle, comisario del departamento de Comercio de Nueva York, a la agencia Wells Rich Greene. El Ayuntamiento de Nueva York necesitaba una campaña publicitaria para promocionar el turismo y los creativos Milton Glaser y Bobby Zaremn se encargaron de darle una forma tan sencilla como esta: Una i latina en mayúscula, un corazón y las letras NY en estilo American Typewriter.«Hemos centrado el esfuerzo en revisar las palabras más importantes del siglo XX y del siglo XXI», asegura John Simpson, uno de los editores del Diccionario de Oxford, en un vídeo de Youtube. «Los símbolos son cada vez más una expresión no hablada del lenguaje que se usan con relativa normalidad y se suelen nombrar con el sustantivo al que representan. Sin embargo, es muy difícil encontrar un icono que sea tan evocador y tangencial como este», asegura Graeme Diamond, editora del Diccionario de Oxford, refiriéndose al diseño de Glaser: «En inglés, desde finales del siglo XII, el corazón ha sido el lugar del amor y el afecto». Parece que ahora el corazón no sólo se ve, sino que también se pronuncia.El Diccionario de Oxford (OED, en sus siglas en ingles) se considera la máxima autoridad en materia lingüística inglesa — el equivalente a la Real Academia Española (RAE), la institución que gestiona el español—, ya que recopila el significado, historia y pronunciación de 600.000 palabras del inglés que se habla en todo el mundo. Desde 1989, cuando apareció la segunda edición del diccionario, no se había hecho una renovación tan amplia de contenidos.«Los diccionarios están compuestos de lemas —palabras—, no de iconos, pero recogen los significados reales de los términos y su perspectiva histórica. Si hubiera algún icono en español que representase una realidad así, no dudaríamos en incluirlo como acepción, como ha hecho Oxford con el logo del corazón», asegura Darío Villanueva, secretario de la Real Academia Española y catedrático de Literatura Comparada de la Universidad de Santiago. Villanueva recuerda que el caso más similar en español es el lema de la ciudad de Sevilla: NO8DO. El icono central —un ocho colocado en horizontal con forma de madeja de lana. La composición se lee NO MADEJA DO, queriendo decir «No me ha dejado». La frase hace referencia a la lealtad que mantuvo la ciudad al rey Alfonso X el Sabio en la guerra contra su hijo Don Sancho en el siglo XIII.Otros términos aceptados por el Diccionario de Oxford han sido abreviaturas OMG, FYI y LOL. Éstas forman parte de la nueva ola de términos ligados a la tecnología, —OMG (Oh my God), LOL (Laugh Out Loud) y FYI (For Your Information—, expresiones que abundan en los mensajes de texto y en los programas de chats como Messenger, páginas web como Myspace, además de en los correos electrónicos. Estas siglas sirven para expresar emociones: OMG significa «Oh, ¡Dios mío!»; LOL, «reírse a carcajadas» y FYI, «para tu información», todas ellas en inglés. Desde el anuncio de la aprobación de estos términos, Oxford English Dictionary se ha convertido en uno de los temas más comentados en todo el mundo a través de Twitter.«La Real Academia nunca va a agregar las abreviaturas como entradas a nuestro diccionario. Sin embargo, sabemos que son fórmulas de escritura que simplifican y economizan el lenguaje», explica Darío Villanueva, sobre la aceptación de LOL, FYI y OMG en Oxford. La Real Academia Española actualizó su diccionario en junio de 2010, en la que se agregaron 2.000 modificaciones en su versión online. Villanueva asegura que en la historia del español las palabras han ido perdiendo sílabas y creando apócopes y síncopas, que no son otra cosa que otra forma de abreviación natural de la lengua: «Las ha habido siempre: todo copista medieval escribía abreviaturas. No hay dos líneas seguidas en un manuscrito que no tenga una».