Blecua: «La ortografía
deberá ser tomada en serio»
Este filólogo aragonés afincado en Barcelona, que se colocó al frente de la Real Academia Española (RAE) el pasado mes de diciembre, está siendo el encargado de dirigir las reuniones que desde ayer mantienen en el Instituto Castellano-Leonés de la Lengua los responsables de las 22 academias de la lengua de América Latina y Filipinas.Académico desde el año 2003, José Manuel Blecua (Zaragoza, 1939) es un eminente experto en fonética y fonología y ha sido presidente de la Comisión Estatal para el IV Centenario del Quijote y director académico del Instituto Cervantes. Desde ayer se encuentra en Burgos con los académicos latinoamericanos organizando los próximos eventos de las instituciones que dan esplendor al idioma español. ¿Qué le aporta a la RAE el contacto con las academias de los países de América Latina?El español es una lengua cuyo noventa por ciento de hablantes está fuera de España. Los españoles somos una minoría y dentro de poco nos superará Estados Unidos también.¿Enriquecen ellos el lenguaje?Todos los hablantes enriquecen el lenguaje. ¿Les preocupa lo poco versados que están los jóvenes en gramática y ortografía?Esto mismo está pasando en Francia y en Estados Unidos; en general la ortografía es una materia que se ha ido descuidando lentamente, que no se ha considerado en la enseñanza y que ahora necesariamente tendrá que se considerada en serio.¿Qué daño cree que le ha hecho a estas disciplinas la rapidez que imponen las nuevas formas de comunicarse que tienen las nuevas generaciones?Nada, nada, nada... eso es el uso de algunas abreviaturas; se puede escribir rápido y sin faltas de ortografía. ¿Cree que el español goza de buena salud en la actualidad?Las lenguas no tienen enfermedades, funcionan todas estupendamente y adecuadas a las necesidades de los hablantes. Goza de una salud espléndida como el francés, el inglés o el italiano. Pueden tener, además, relaciones con otras lenguas, préstamos, anglicismos... o el uso de las abreviaturas en la escritura pero eso no afecta para nada, las lenguas no tienen salud, no son organismos que puedan tener enfermedades o tomar antibióticos.¿Cuándo los préstamos en una lengua son demasiados?Nunca son demasiados y son siempre enriquecedores.¿Qué le parece el spanglish?Eso es otra cosa, son lenguas en contacto en una zona determinada. Yo hablo de préstamos en la ciencia, por ejemplo, del anglicismo en informática porque introduce conceptos nuevos de los cuales carece la lengua.¿Y esos no se pueden inventar en español?Sí, claro, ya se hace, como llamar lápiz al pendrive.¿En qué se ha notado la incorporación de mujeres a la Real Academia Española?Cada una en su estilo y en sus posibilidades ha aportado una cosa. Por ejemplo, la presidenta de mi comisión de vocabulario científico y técnico es Margarita Salas y aporta el conocimiento del léxico de la bioquímica.¿Por qué cree que les está costando tanto a las mujeres incorporarse a la institución que preside? ¿Y por qué cree usted que les pasa en los consejos de administración de las entidades bancarias?Bueno, yo tengo una teoría que se llama... machismo... no sé si le afecta a la RAE...A todas las instituciones, es un cambio social pero las dos últimas personas que han entrado en la Academia han sido mujeres.También cuentan con académicos que son periodistas. ¿Esto le ha hecho a la RAE estar más cerca del lenguaje de los medios?Es evidente que teniendo a don Luis María Ansón y a don Juan Luis Cebrián estás viviendo cerca de los medios de comunicación y además los dos son muy dados a la innovación en tecnología.Se nos acusa, a veces, a los medios de comunicación de machacar el idioma, de no cuidarlo... ¿Comparte estas críticas?Las personas que tenemos la suerte de hablar delante de un micrófono o de escribir en las páginas de un diario tenemos una responsabilidad. El periodismo busca la innovación, sobre todo el periodismo deportivo y en esa innovación pueden crearse modelos que acaban siendo agotados en sí mismos. Es como los eufemismos, a mí me gusta poner el ejemplo del concepto ‘sensibilidad’ que se utiliza en los partidos políticos, que ha creado una función nueva porque parece que no es correcto decir que los partidos tienen distintas tendencias dentro. Eso puede ser una repetición inútil pero en su momento pudo ser una innovación de fuerza renovadora. Esto pasa constantemente con el fútbol, los cronistas de fútbol hacen uso de las metáforas más audaces.