Brasileño Antonio Cândido gana el Premio Internacional Alfonso Reyes
José LaraMonterrey, México, 10 Octubre.- El Premio Internacional Alfonso Reyes fue otorgado al crítico literario Antonio Cándido, cuyo trabajo es considerado como un clásico de la cultura brasileña contemporánea. En el marco de la XV Feria Internacional del libro Monterrey el autor recibió esta presea, la misma que en su primera edición en 1973, fue otorgada a Jorge Luis Borges.En la ceremonia celebrada en el pabellón del Conaculta ubicado en la nave central de Cintermex, Sari Bemúdez, presidenta del Conaculta; el poeta Jaime Labastida, Alicia Zendejas, secretaria de la Sociedad Alfonsina Internacional; Alfonso Rangel, titular del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León, y Alberto Bustani, rector de la zona metropolitana del Tecnológico de Monterrey, elogiaron al autor de Formaçao da literatura brasileira. Sari Bermúdez resaltó que la obra ensayística de Antonio Cándido es fundamental para comprender las letras y la lengua portuguesa, y que su vasto trabajo dedicado casi por completo a la crítica, ha ejercido un papel protagónico en el extenso territorio de los estudios de la literatura hispanoamericana del siglo XX. Su vocación como crítico y humanista, agregó, nace de sus profundas convicciones, pues no sólo se ha comprometido con el estudio de la literatura en su idioma y de los fenómenos literarios de América Latina, sino que también con los acontecimientos sociales y políticos de una época que ha vivido con pasión y gran inteligencia. "En el largo ejercicio de dar a los lectores aproximaciones al lenguaje, tanto al propio como al de los muchos horizontes culturales a los que ha mirado, Antonio Cándido ha logrado desentrañar el modo en que el espíritu de un continente se transfigura en estructuras literarias, en universos estéticos y en nudos de preocupaciones que sólo la palabra ha sabido desatar. La titular del Conaculta recordó además que don Alfonso Reyes presentó sus servicios como embajador en Brasil y que esa labor de puente entre los idiomas español y portugués sirvió para acercar a los creadores de ambas lenguas a sus respectivos universos creativos. "De aquel horizonte vecino y familiar cuya efervescencia creativa amerita una revisión detallada, nos llega el nombre de un autor, polígrafo y humanista, como Alfonso Reyes, que supo abrir la puerta de los idiomas para hacer de la crítica del texto literario una lengua franca, un territorio fértil donde florece el entendimiento de nuestras culturas". Por su parte, el poeta y editor Jaime Labastida dijo que el trabajo del autor brasileño ha hecho escuela no sólo en todas las universidades brasileñas, sino en la multitud de sus lectores. Es uno de los críticos decisivos de esta porción de territorio que a falta de título mejor hemos acabado por llamar la América Latina. Sus escritos forman una serie de análisis brillantes y eruditos a propósito de diversos autores de lengua portuguesa que aportan un método intrínseco además al estudio de la literatura, así como un conjunto nuevo de conceptos a la totalidad de la teoría literaria, comentó Labastida, quien recordó las reflexiones de Cándido en torno a la literatura y lengua portuguesa: "La literatura portuguesa parece condenada hasta el día de hoy a un estigma: el de marginalidad. Empero, al menos dos de los narradores del siglo XIX escribieron en lengua portuguesa, peninsular uno, americano el otro, hablo desde luego de Eça de Queiroz y Machado de Asís, pero adviértase este equilibrio, mientras que la escritura española ha recibido en el curso del siglo XX el 10 por ciento de los premios Nobel y la lengua portuguesa ha sido reconocida por este mismo rubro sólo una vez y en fecha reciente". Labastida agregó que la literatura brasileña ha creado un conjunto de críticos literarios de primera línea, como Antonio Cándido que con este premio vincula de nuevo a Alfonso Reyes con Brasil, país en que fue embajador. "Ese vínculo se incrementaría si el Tecnológico de Monterrey o la Universidad Autónoma de Nuevo León crearan la cátedra Antonio Cándido y en reciprocidad la Universidad de Campinas o la de Sao Paulo, crearan la cátedra Alfonso Reyes". Finalmente, Antonio Cándido confirmó que la literatura portuguesa en cierto modo está condenada a la marginalidad porque "como decía Eça de Queiroz, es la tumba del pensamiento. Si uno escribe en portugués casi nadie lo lee, mientras que el idioma español es una gran lengua que se impuso en Europa. Los brasileños han heredado la condición lingüística de esa marginalidad". Para Antonio Cándido, quien se considera un autor de síntesis y conciliación, Alfonso Reyes en su calidad de crítico literario siempre le ha parecido un hombre de extraordinario equilibrio. "La función del crítico actualmente es aburrir a los otros. En nuestro tiempo éstos han adoptado un lenguaje muy abstruso, eso es ridículo porque la crítica literaria debe ser hecha para que los otros comprendan lo que se escribe, la crítica literaria es un acto de humanidad, no una ciencia".