Concepción Company: “El español es una lengua trasplantada y de conquista”
Concepción Company: lingüista mexicana nacida en Madrid
Con el tema El español en América. Lengua de conquista, inició el curso Los claroscuros de América. Lengua, historia y cultura, coordinado e impartido por Concepción Company Company, miembro de El Colegio Nacional.
A lo largo de diez sesiones, la filóloga mostrará “que la historia no se escribe en blanco y negro, sino que se escribe en grises, como la vida misma”.
“Primero fue la lengua y después fueron los usos y costumbres, por lo tanto, lengua, pensamiento y cultura son aspectos inseparables del ser humano”.
En 2021, con motivo de los 500 años de la llegada de Hernán Cortés a la gran Tenochtitlán, Concepción Company Company, miembro de El Colegio Nacional, se encontró con “muchísimas declaraciones de políticos y de intelectuales, muchas polémicas, muchos estereotipos, muchos blancos y negros”, y muy pocos se detuvieron a reflexionar sobre el hecho de que la “historia no se escribe en blanco y en negro”.
“La historia no se escribe en blanco y negro, sino se escribe en grises, como la vida misma, y que la lengua es un gran repositorio, es un gran espejo de la historia de la cultura de un pueblo y de cómo ve ese pueblo el mundo y cómo lo entiende”, destacó al dictar la lección “El español en América. Lengua de conquista”, con la cual se inició el curso Los claroscuros de América. Lengua, historia y cultura.
Para el recorrido, la investigadora no sólo se dio a la tarea de reflexionar sobre las trayectorias históricas y culturales que han acontecido en México y en otros países de América, “porque a veces son muy similares las trayectorias”, con la certeza de que al conocer los datos se logra eliminar los temores, “y nos desprendemos de los prejuicios”.
Los momentos de gran claridad y de brillantez cultural para la historia de este subcontinente que es Hispanoamérica, van de la mano también de oscuridades; así, por ejemplo, hay épocas que parecen de enorme oscuridad como “la conceptualización en la vida de los indios, quienes desde el siglo XVI han tenido también momentos de claridad: no se puede desprender la claridad de la oscuridad en la vida misma, en la historia de la lengua hay claroscuros”.
En ese sentido, la doctora advirtió que no se puede hablar del español de América, ni siquiera se puede hablar del español de México, “porque son muchos los españoles, no podemos ser conceptualizado como una única unidad, tenemos muchos modos de hablar, todos válidos; modos de representar al mundo, todos válidos; modos de nombrar la realidad, todos válidos”.
“Por lo tanto, es mucho mejor hablar del español en América o del español en México y, para ello, vamos a iniciar con un tema que me parece una obviedad, que es lengua de conquista: el español fue una lengua trasplantada y es una lengua de conquista.
“Tan sólo el año pasado, al Zócalo llegaron varias veces pueblos indígenas con pancartas donde decían, en español: ‘no fuimos conquistados’. En el momento en que lo escriben en español, que dan información en español, es la prueba contundente de que sí fuimos conquistados, lo cual no significa que la lengua española no sea nuestro patrimonio”.
Para la miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, tenemos que reconocer su pertenencia a nuestra vida cotidiana: el español es la lengua con la que nos mostramos afectos, desafectos, insultamos, saludamos, nos queremos y nos desarmamos, y para comprender la llegada de los “españoles”, hay que entender ciertos principios filosóficos cognitivos que están en las raíces de cualquier comunidad de hablantes.
“Uno de ellos es que hay que nombrar para existir y yo diría que, en el caso de América, para subsistir, para sobrevivir a las circunstancias: cualquier necesidad de nombrar para existir yace en el funcionamiento social y cultural de cualquier sociedad, de cualquier comunidad”, especificó la colegiada, quien recordó que la idea está desde la Biblia”: “El principio fue el verbo”
En la primera de las 10 sesiones que conforman el curso Los claroscuros de América. Lengua, historia y cultura, Company Company compartió dos ejemplos de la Biblia en la cosmovisión judeocristiana: “en el Génesis versículo 1 dijo Dios haya luz y ‘hubo luz’; es decir, por el hecho de decirlo empieza a existir la luz.
“En el Evangelio de Juan versículo 1 aparece ‘en el principio fue el verbo’: verbo en latín no significaba verbo como entendemos comer, decir, dormir; era palabra: en el principio fue la palabra. Por donde ustedes busquen esa idea está presente en el modo de crear y de concebir una comunidad y, mucho más reciente, está en el inicio de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez:
“… el mundo era tan reciente que muchas cosas carecían de nombre y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo”.
La lingüista aseguró en su conferencia que la lengua y el pensamiento son elementos indisolubles, y que hay una visión del mundo en cada pueblo cuando lo pone en la lengua, “dime cómo hablas y te voy a decir quién eres, ese es el principio la lengua, es nuestro soporte de visión de mundo: somos como somos, porque hablamos una determinada lengua o determinadas lenguas”.
“Hay que decirles que en el mundo, el 82 por ciento de la humanidad es bilingüe, no porque haya estudiado otra lengua en una escuela, sino porque tienen un padre de una lengua y una madre de otra; por eso digo que es mucho más frecuente de bilingüismo, que de monolingüismo; aunque la lengua española tiene ciertas características que privilegian el monolingüismo hablar una lengua otorga entidad: somos como somos, identidad, afectos, usos y costumbres, y eso está por toda la literatura en lengua española”.
El marco filosófico que da cuerpo a la conferencia es que gracias a la palabra existe el mundo y tener lengua y capacidad de nombrar es lo que nos hace humanos; de hecho, resaltó la también investigadora de El Colegio de México, somos seres únicos en el planeta, pues si bien cualquier especie mamífera se puede comunicar, “somos los únicos seres que tenemos lengua, que tenemos la capacidad de poner una palabra tras otra, que hemos heredado la lengua de nuestros padres, de nuestros abuelos”.
“Eso nos hace ser seres históricos, seres con conciencia del pasado con capacidad de prevenir el futuro, de entender el mundo y de enfrentarnos al mundo de cierta manera: porque hablamos una lengua en México nos enfrentamos al mundo de una manera, nos aproximamos de una manera. Si habláramos inglés no nos aproximaríamos tanto, la distancia sería grande: primero fue la lengua y después fueron los usos y costumbres, por lo tanto, lengua pensamiento y cultura son aspectos inseparables del ser humano”.
Otro de los aspectos que serán abordados a lo largo del curso es cómo la lengua es una actividad transversal a la vida cotidiana de cualquier ser humano, un soporte para transmitir experiencias de generación en generación, de amigos a amigos, de padres a hijos y para manifestar su modo de entender el mundo.
“Los signos lingüísticos son convencionales, son heredados; debo decir también que en el principio filosófico de que ‘lo que no se nombra no existe’ está en el fondo de la pelea feminista del lenguaje incluyente”, un tema, sin embargo, que será abordado en noviembre próximo.
El español en América. Lengua de conquista, la primera de las 10 sesiones que conforman el curso Los claroscuros de América. Lengua, historia y cultura, coordinado e impartido por Concepción Company Company, se encuentra disponible en el Canal de YouTube de la institución: elcolegionacionalmx.
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