De los homófonos baqueta y vaqueta

Vaqueta: cuero de ternera curtido y adobado
Nuestro español tiene una gran cantidad de homónimos, algunos son homófonos y homógrafos, otros, solamente homófonos, pero no homógrafos. Así sucede con ‘baqueta’ y ‘vaqueta’. El primero de estos términos proviene del italiano bacchetta, diminutivo de bacchio, con un viejo étimo latino “baculum”. Así, etimológicamente, ‘baqueta’ sería un “bastoncillo”; entendemos la definición académica como “vara cilíndrica, generalmente de madera, con que se tocan ciertos instrumentos de percusión, como el tambor o los platillos” y “vara delgada y ancha en un extremo, que se introduce por el cañón de un arma de fuego para limpiarlo, o, antiguamente, para compactar la pólvora, taco y proyectil antes del disparo”.
En cambio, ‘vaqueta’, que también es un diminutivo, proviene de ‘vaca’ y el sufijo ‘-eta’, destinado a formar, precisamente, diminutivos, despectivos y otras palabras, con valor afectivo. Desde ese punto de vista, ‘vaqueta’ es un “cuero de ternera (cría de la vaca), curtido y adobado”.
Así, lo podemos inferir de una lectura cuidadosa del Diccionario de la lengua española, en su actual versión online; pero el panorama parece complicarse en el Diccionario de americanismos, que reúne las acepciones de los dos términos bajo la entrada ‘baqueta’.
Nos inclinamos por la solución de pensar ‘cara de vaqueta’, como figura en el diccionario de la lengua porque entendemos que, al darle el valor coloquial de “semblante muy serio” y de “persona sinvergüenza y descarada”, se acerca a la definición de ‘vaqueta’ y no a la de ‘baqueta’. Por otro lado, es el vocablo ‘vaqueta’ el que figura en el Diccionario histórico de la lengua española, mientras que ‘baqueta’ no aparece.