Delfines: lenguaje y pensamiento superior
Diario del NorteLos delfines producen sus característicos chillidos con la vibración de unos tejidos equiparables a las cuerdas vocales de las personas y emiten sonidos para ejercer este tipo de comunicación. Según estudios de la Universidad de Chicago, tienen la memoria social más larga en una especie no humana y se confirma que tienen un «pensamiento» superior al de muchos otros animales.Los delfines pueden reconocer silbidos de sus antiguos compañeros en una piscina de agua después de haber sido separados durante más de 20 años, lo que significa que tienen la memoria social más larga jamás registrada en una especie no humana.Esta hazaña de memoria es otra indicación de que los delfines tienen un nivel de sofisticación cognitiva comparable sólo a algunas otras especies, incluidos los seres humanos, los chimpancés y los elefantes.Su talento para el reconocimiento social puede ser más duradero que el reconocimiento facial entre los seres humanos, ya que las caras de las personas cambian con el tiempo, pero el silbato que identifica un delfín permanece estable a lo largo de muchas décadas.«Esto nos muestra que se trata de un animal que opera cognitivamente a un nivel que es muy coherente con la memoria social del ser humano», explicó el director del estudio, Jason Bruck, de la Universidad de Chicago (Estados Unidos).Para establecer cómo de bien los delfines podían recordar a sus antiguos compañeros, Bruck recogió datos de 53 especies llamadas nariz de botella (Tursiops truncatus) diferentes en seis instalaciones, como el Zoo Brookfield, cerca de Chicago, y «Dolphin Quest», en la isla de Bermuda.«Este es el tipo de estudio que sólo se puede hacer con grupos cautivos cuando se sabe el tiempo que los animales han estado separados», señaló Bruck. «Hacer un estudio similar en la naturaleza sería casi imposible», añadió el experto, quien apunta que «la firma de los silbidos» ofrece los medios para probar su memoria.En los últimos años, otros estudios han establecido que cada delfín desarrolla su propia firma única de silbido, que parece funcionar como un nombre. Varios investigadores de la Universidad de St. Andrews de Escocia, informaron a principios de este año que un delfín mular salvaje puede aprender y repetir firmas pertenecientes a otros individuos y contestar al otro delfín imitando su llamamiento único.