El alcalde que sabía latín
Sara Medialdea, ABC«¿Qué hubiera hecho en este ambiente el intelectual que se arrancaba a hablar en latín si la ocasión lo requería, que promulgaba bandos en un lenguaje jocosamente arcaizante, y que no renunciaba a la cultura tradicional?». Con esta pregunta el alcalde de Madrid, el popular Alberto Ruiz-Gallardón, esbozaba ayer la semblanza de Enrique Tierno Galván, un alcalde «patrimonio de todo Madrid». Políticos y concejales de todos los «colores» y sensibilidades se reunieron en la Galería de Cristales del Palacio de Correos en un homenaje al cumplirse 25 años de la muerte del «viejo profesor». En el acto, al que acudieron Juan Barranco, ex alcalde socialista; el presidente del Congreso José Bono o el ex ministro José Barrionuevo, entre otros, se presentaron sus obras completas.Ruiz-Gallardón elogió al Tierno intelectual, al humanista, al carismático. Su hijo, el ex concejal Enrique Tierno, le definió utilizando palabras del «Julio César» de Shakespeare: «Éste fue un buen hombre».«Viaje incierto»Pero las anécdotas vinieron de la mano de José Bono, ex ministro y presidente del Congreso, quien recordó que coincidió con el anterior alcalde en un viaje en avión, un mes antes de su muerte, y el «viejo profesor» le dijo que iba a iniciar «un viaje de incierto y dudoso destino». Según añadió Bono, ese destino le llevaría a un lugar lejano donde le gustaría volver a encontrarse con él.Bono recordó cómo este político «de izquierdas persuadió a mucha gente de derechas», que le apoyaron. De hecho, un amigo «que no era socialista» le dijo: «Ahora que ha muerto Tierno, ya podré votar a los míos».Años antes, continuó Bono, recibía clases del «viejo profesor» sobre textos de Lenin, en un edificio de la calle Marqués de Cubas donde había un cuadro del papa Juan XXIII. Extrañado por esta decoración en el despacho de un agnóstico declarado como era Tierno, le preguntó, y el alcalde giró el retrato, para dejar al descubierto una imagen del fundador del PSOE, Pablo Iglesias. Tierno, concluyó Bono, «fue expulsado del Partido Socialista «por no ser marxista», y el que firmó el acta de su salida fue Miguel Boyer.El ministro de Educación, Ángel Gabilondo también tuvo palabras de afecto para Tierno y para su manera de escribir. «Todo lo que escribe Tierno Galván parece dicho al oído interno, al corazón».Las obras completas de Tierno Galván constan de cinco tomos publicados más dos de próxima aparición, uno de ellos con estudios y evocaciones de la figura de Tierno, además de otro en preparación con los escritos de los últimos años.En La AlmudenaPero no fue éste el único homenaje del día: una hora antes, socialistas de distintas generaciones y sensibilidades se reunieron en el cementerio de La Almudena ante la tumba de Tierno. Juan Barranco, que le sucedió como alcalde, coincidió con José Barrionuevo, Jaime Lissavetzky y Tomás Gómez.Barranco definió a Tierno como «la demostración de que un cargo público, un político, un alcalde puede y debe asentarse en el corazón de los ciudadanos». Gómez se dijo «orgulloso de pertenecer al PSOE, en el umbral de regresar a las más importantes instituciones de la región».