El cerebro de niños bilingües se
desarrolla más
20 MinutosAprender un idioma adicional al materno de pequeños determina un aumento de la capacidad cognitiva, se utilizan más zonas cerebrales y es mayor la habilidad de adaptación a cambios que en una persona monolingüe . Esto es lo que Núria Sebastián, investigadora y su equipo de colaboradores de universidades españolas(la Pompeu Fabra, la de Barcelona, la Jaume I y la del País Vasco) han concluido en su estudio Consolider Brainglot presentado en el VI Workshop on Bilingualism and Cognitive Neuroscience.Sebastián y 100 investigadores estudiaron los mecanismos de cognición neurológica que permiten la adquisición y el uso de diferentes lenguas con la cual han entendido que la morfología cerebral viene determinada por el número de idiomas que se aprenden simultáneamente.Dicho estudio se realizó en España porque los individuos utilizan lenguas muy parecidas, como el catalán y el castellano, o bien alejadas, como el euskera. Según Núria Sebastián, "cuando la persona bilingüe habla, no se da cuenta que hay una segunda lengua 'molestando' que para la emisión de una palabra determinada, es decir, que su cerebro debe estar eligiendo constantemente en qué idioma habla. Esta capacidad neurológica es técnicamente conocida como "flexibilidad cognitiva".Además de esto, los bilingües desarrollan otras capacidades cognitivas, no lingüísticas, que les permiten adaptarse ventajosamente a los cambios de tareas, según los científicos.Otra parte del estudio Brainglot se ha centrado en el aprendizaje de una segunda lengua cuando las personas son mayores. El hecho de que cueste más estudiar una segunda lengua a edades más avanzadas que el primer idioma se debe a que la primera lengua ya ha ocupado un espacio prioritario en el cerebro.Con esto, la investigación ha observado que existen diferencias cerebrales morfológicas entre los individuos que son nativos y aquellos que asimilan una segunda lengua cuando son mayores "Si bien todos somos iguales de buenos en el aprendizaje de las lenguas nativas, sólo se identifican diferencias de educación; el hecho de que existan diferencias en las segundas lenguas aprendidas, sugiere que determinadas formas de aprendizaje son más eficientes", señala Sebastián.Por eso, el proyecto abrió el camino para identificar los patrones cerebrales que se correlacionan con mejores estrategias de aprendizaje y la posibilidad de que en un futuro cada individuo pueda saber cuál sería la mejor manera de aprender una segunda lengua.