El Concilio de Correctores de México
Jorge Fondebrider
Si la situación de los traductores literarios siempre está al borde de la catástrofe, en el caso de los correctores, la catástrofe es su modo de vida. Por eso, en las raras ocasiones en que se tornan visibles, vale la pena prestar atención. Es el caso del I Concilio Nacional de Correctores de México, cuyo buen programa es digno de destacar (http://peac.org.mx/3/2/5/). También, la buena labor que realiza PEAC –siglas que nombran a la asociación mexicana de Profesionales de la Edición (ver <a href="http://peac.org.mx">http://peac.org.mx</a>)– por los correctores de ese país.
De hecho, PEAC fue la entidad que organizó el II Congreso Internacional de Correctores de Español, con un excepcional elenco latinoamericano, experiencia que sirvió para detectar los tintes sectarios y espurios que han pretendido marcar el rumbo de estos eventos allende los mares, distanciarse de ellos y concentrarse en el trabajo de ámbito nacional. Cabe añadir entonces que, entre las entidades que aglutinan correctores y otros profesionales de la edición en Latinoamérica, los mexicanos son de los pocos que no sucumben a los espejismos españoles, y siguen su propio camino y su programa de trabajo por el interés común de los profesionales en México.
Siguiendo esa lógica, es reseñable el hecho de que PEAC no sólo no participe en el III Congreso Internacional de Correctores de Español (http://diarioalmomento.com/noticias?NT=30287) que se celebrará en Madrid el 25 y 26 de octubre próximos (con la llamativa y elocuente ausencia de eminentes correctores y maestros del mundo de la letra), sino que además haya convocado su concilio nacional de correctores en las mismas fechas que tiene lugar el congreso madrileño.
Las razones tal vez habría que buscarlas en lo irrelevante e incongruente del programa madrileño, a menudo absurdamente ridículo, como cuando dicen que contarán con "profesionales de la publicidad, del derecho, de la banca, de la ingeniería, de la automoción, de la consultoría...". Que detrás de estas burradas esté la entidad organizadora española, UniCo (http://www.uniondecorrectores.org/), vinculada por su presidente Antonio Martín (ver entrevista en http://nuevobestsellerespanol.blogspot.com.es/2013/12/entrevista-antonio...), a Cálamo & Cran, una empresa de la que es copropietario, abocada a la formación de traductores, correctores y editores, de muy bajo perfil académico, quizás explique algo. Y que esa empresa se haya ido posicionando en España, poniéndose al servicio de las entidades de normalización del castellano como RAE y la Fundéu, tal vez explique todo.
En síntesis, ¡que viva México!