El español está de vuelta en Filipinas
EFEAnthony Villanueva ya sabe saludar en español. Este adolescente forma parte del millar de alumnos que participa desde esta semana en el plan piloto que ambiciona devolver la lengua de los antiguos colonizadores a las aulas de Filipinas.Quince institutos de secundaria repartidos por las 17 regiones del archipiélago han comenzado a impartir este idioma como asignatura optativa, en una iniciativa que responde a la voluntad personal de la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, de retomar esta enseñanza en el sistema educativo filipino.Precisamente, Arroyo, conocida hispanófila e hispanohablante y miembro de la Academia Filipina del Español, fue recientemente galardonada en España con el premio Don Quijote por esta medida, que ha visto retrasada su implantación debido al aplazamiento del comienzo del curso escolar ante la expansión de la gripe AH1N1."Buenos días niños, soy la nueva maestra de español", escribe en el encerado Zenaida Nicolas, una de la treintena de profesores que impartirá la materia.Nicolas estudió el idioma en sus años mozos, antes de que la presidenta Cory Aquino lo eliminara de los planes de estudio en 1987; y por eso fue una de las dos funcionarias elegidas por el Instituto de Ciencias de Quezón City (Manila) para que lo transmita a los chicos de este centro para alumnos destacados.Esta mujer, que se define como una maestra por vocación, explica orgullosa que el español cosechó una notable aceptación entre los niños de tercer año a los que se ofertó como asignatura optativa, junto al francés, el teatro, el periodismo en inglés y el periodismo en tagalo.La mitad de los 250 alumnos de ese nivel, de catorce y quince años, eligió el castellano, para el que sólo había ochenta plazas disponibles en la escuela.Joseph Benjamin Bacud, un cerebrito de catorce años vestido con el uniforme escolar típico de Filipinas y la cara cubierta del acné propio de su edad, fue uno de los que logró un puesto."El español es un idioma global. No sólo se habla en España, sino también en Latinoamérica y en Estados Unidos. Además, es fácil porque tiene muchas palabras en común con el tagalo y me sirve para comprender mejor la historia de nuestro país", suelta Bacud con desparpajo, en el castellano rudimentario que asegura que aprendió de manera autodidacta por internet.Pese a ser el segundo idioma con más hablantes del mundo, el español dejó de usarse hace décadas en Filipinas y, por eso, Nicolás y sus compañeros tuvieron que renunciar a sus vacaciones de verano para asistir a un curso exprés del Instituto Cervantes de Manila que los capacitó para impartir los primeros rudimentos del castellano."Estudiamos siete horas diarias, seis días a la semana, durante un mes y medio. Fue bastante duro. Pero los tutores se volcaron y nos explicaron que no teníamos que dominar la lengua sino adquirir las herramientas para poder dar el primer curso", cuenta Nicolas en su precario español, salpicado de palabras en inglés y tagalo."Tenemos miedo de enseñarles algo erróneo pero de lo que se trata en esta primera fase es de que los alumnos dominen un nivel básico y se aficionen", explica otra profesora del centro, Lisa Gapas.Nicolas, Gapas y el resto de docentes completarán las doscientas horas de lengua y cuarenta de didáctica que efectuaron en la institución española con un curso no presencial que las mantendrá pegadas al ordenador dos horas al día desde julio a marzo próximos, según cuenta Juan Rovisco, del Cervantes.Algunos de los profesores pasarán incomodidades para completar esta segunda parte, como los docentes de la provincia de Cagayan, obligados a usar los computadores del Ayuntamiento porque carecen de conexión a la red, tanto en el colegio como en sus casas.Sin embargo, las autoridades españolas están satisfechas con el arranque del programa."Hay 5,6 millones de estudiantes en bachillerato y un millar de alumnos puede parecer muy poca cosa. Pero no pretendemos reintroducir el español como lengua oficial o competir con el inglés. Esto consiste en ir sembrando para que el idioma se vaya expandiendo, poco a poco", explica el diplomático Álvaro Trejo, de la Embajada de España."Ahora mismo, no hay suficientes profesores para todos los institutos. Por eso, el objetivo de esta primera fase es que de aquí salgan maestros que formen a los futuros enseñantes", añade Trejo, como representante de la autoridades españolas, que han colaborado con la financiación de la formación profesoral y la provisión de material escolar, a través del Instituto Cervantes y la AECID.Un asesor técnico en Educación se incorporará en julio a la Embajada para implementar la colaboración con este proyecto, que tendrá que superar una incógnita en 2010 antes de seguir adelante: Las elecciones en las que saldrá elegido el sucesor de Arroyo, quien podría ser menos proclive que su antecesora hacia esta lengua hablada por más de 400 millones de personas en todo el mundo.