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Idioma alemán: ¿un billete de los migrantes para salir de la pobreza?

21/07/2023
E. Dz.

Más allá del indiscutible dominio mundial del inglés como primera lengua extranjera, el alemán también muestra una gran vitalidad. Para muchas personas, sobre todo de los Balcanes Occidentales, es el billete de entrada al mercado laboral alemán.

Para millones de personas de todo el mundo, el inglés se ha convertido en una especie de nueva lengua franca, la lengua en la que se comunican con personas de fuera del área de habla de su lengua materna. En el mundo globalizado y digitalizado de numerosos canales de comunicación y economías estrechamente entrelazadas a escala mundial, el conocimiento del inglés es evidente, sobre todo en el mundo de los negocios y entre los más jóvenes. Pueden comunicarse en este idioma en todo el mundo, independientemente de dónde se encuentren y de dónde viajen.

De ahí que no sorprenda que, incluso en los países de los Balcanes Occidentales, el inglés sea la primera lengua extranjera que se enseña en las escuelas. Pero justo detrás, en Bosnia y Herzegovina, Croacia o Serbia, está el alemán, afirma Benjamin Hedzic, asesor de educación del ministro federal en Bosnia y Herzegovina y presidente de la Asociación Internacional de Profesores de Lengua Alemana IDV.

Lengua y emigración

Hay varias razones para aprender alemán, dice Hedzic, pero la más importante es la económica: “El alemán predomina entre los jóvenes y los que quieren estudiar y trabajar en algún lugar de habla alemana. Esto es especialmente cierto en el sudeste de Europa, pero también en otros países, como India o el África subsahariana. Allí se piensa mucho en la lengua alemana porque es una especie de billete para escapar de la miseria a un mundo mejor”.

Los datos estadísticos muestran que entre 50.000 y 60.000 jóvenes abandonan Bosnia y Herzegovina cada año, muchos de ellos a Alemania, Austria o Suiza. Eso equivale a una ciudad pequeña de Bosnia y Herzegovina cada año. Los problemas son graves, advierte Hedzic: “La salida de jóvenes de Croacia, Serbia y Bosnia y Herzegovina es muy grande. Nos alegramos de que se enseñe alemán, pero nos gustaría que el aprendizaje de idiomas no fuera sólo por eso, sino que fuera un intercambio de culturas para que podamos vivir mejor en los Balcanes, y no que vayamos a Alemania a vivir mejor. Me gustaría que los jóvenes que vienen aquí y adquieren competencias volvieran a sus países y se creara cierta movilidad e intercambio cultural, porque así podemos construir un mundo mejor”.

Lazos culturales

Sin embargo, el deseo de aprender alemán no siempre se basa únicamente en motivaciones económicas. En Croacia, Serbia o Bosnia y Herzegovina, desde la época de Austria-Hungría, existen numerosos lazos familiares con Alemania o Austria, la cultura alemana se percibe como importante e interesante, y esto se reforzó aún más durante las guerras de los años noventa. En aquella época, unas 800.000 personas huyeron sólo de Bosnia y Herzegovina, en su mayoría a países de habla alemana. La mayoría de ellos han regresado hace tiempo, y trajeron consigo la lengua alemana, dice Hedzic: “Hay muchos lazos familiares y de amistad, la gente tiene necesidad de comunicarse en alemán; no son sólo razones económicas y de negocios”, informa DW.