Inés Fernández-Ordóñez, cuarta académica de la Lengua
EFELa filóloga Inés Fernández-Ordóñez considera "un gran honor" haber sido elegida esta noche académica de la Lengua, y cree que su incorporación a la Real Academia Española "es una noticia magnífica para todas las mujeres", con independencia de que la "beneficie" a ella personalmente."Realmente es un progreso innegable, porque lo cierto es que la Academia no está ahora mismo acorde con lo que es la sociedad", afirma Fernández-Ordóñez (Madrid, 1961), en una entrevista con Efe que tuvo lugar en su casa de Madrid, en vísperas de las votaciones.Lleva semanas sintiéndose "completamente abrumada" desde que la propusieron como candidata a la vacante de Ángel González en la RAE, un poeta al que admira "muchísimo" y que, "curiosamente", ha citado en más de una ocasión en actos como su oposición a cátedra. "Es como una predestinación", dice sonriente.Nunca pensó que, a sus 47 años (va a ser el miembro más joven de la docta casa), podría convertirse en académica de la Lengua, porque "lo habitual es que se premie toda una trayectoria vital", y asegura que "hay muchas mujeres que merecen esa distinción".La Academia se adecua a la sociedadLa elección de una cuarta mujer en la RAE es a su juicio "un granito de arena, un principio", y "demuestra por parte de la Academia una voluntad de irse adecuando a lo que es la sociedad", afirma Fernández-Ordóñez, catedrática de Lengua Española en la Autónoma de Madrid.La nueva académica habla con pasión de temas como el leísmo, loísmo y laísmo; el neutro de materia y el corpus Alfonsí.Quizá en su ámbito, el de la Filología, "donde el 50 por ciento de los profesores son mujeres, se exija "por lo menos ser catedrático" para ser académico, pero "ese argumento no es aplicable a las escritoras, que no necesitan otro crédito que su propia obra. Y hay escritoras de éxito y de calidad", subraya.Pero hoy toca disfrutar de su elección y ella insiste en que "es una magnífica noticia en general para todas las mujeres". Especializada en cuestiones aparentemente tan distintas como la dialectología rural y el estudio de los textos históricos y cronísticos de la Edad Media, la nueva académica espera poder ayudar en los trabajos de la RAE relacionados con sus investigaciones, por ejemplo, en el Corpus Diacrónico del Español."Pero si hay que echar una mano en otra cosa que yo sepa, lo haré encantada", asegura esta mujer que rezuma "admiración" por su padre, José Antonio Fernández-Ordóñez, cuya repentina muerte, en 2000, fue "un trauma" para ella y todos sus hermanos.Le viene de castaPerteneciente a una familia de políticos e ingenieros, su padre "fue el primero que empezó a utilizar el puente como una pieza artística", y era un gran conocedor del arte, como demostró en sus años de presidente del Patronato del Museo del Prado. Discípula de Diego Catalán Menéndez Pidal, Inés Fernández-Ordóñez ha recorrido gran parte de España para formar, "en colaboración con sucesivas generaciones de alumnos", el Corpus Oral y Sonoro del Español Rural (COSER), desde 1990 hasta ahora.Van de pueblo y en pueblo y conversan con la gente sobre sus costumbres e incluso sobre la matanza del cerdo. "Yo puedo hacer el mapa de la morcilla hispánica sin ningún problema", comenta entre risas. La nueva académica habla con pasión de temas como el leísmo, loísmo y laísmo; el neutro de materia (presente en expresiones como "la lana está seco" o "la madera está bien cortado"), y el corpus Alfonsí, es decir, de "todas las obras que se escribieron bajo el patronazgo de Alfonso X el Sabio", otra de sus especializaciones.Pero también le encanta leer novela, en español y en inglés; hace gimnasia siempre que puede y le gusta mencionar las dotes musicales que tienen sus hijas. La mayor, de 17 años, toca el piano, y la pequeña, de 13, el chelo.