Inés Fernández-
Ordóñez ingresa a la RAE
Alberto Ojeda, El CulturalInés Fernández-Ordóñez se incorpora este domingo en la Real Academia Española. Con su llegada a la docta casa marca una serie de hitos interesantes: será la quinta mujer en la RAE (junto con Ana María Matute, Carmen Iglesias, Margarita Salas y Soledad Puértolas), la primera filóloga y, a sus 49 años, el miembro más joven de toda la institución. Catedrática en Lengua Española en la Universidad Autónoma de Madrid y experta en Dialectología, su intención es dejar claro en su discurso de presentación que el español «tiene una base muy plural, no sólo castellana». En ese discurso habrá algún que otro guiño al poeta Ángel González, su predecesor en el sillón P de la Academia. Y una vez terminados los fastos del acto solemne de ingreso, piensa a ponerse a trabajar de inmediato: «En la edición crítica de Estoria de España de Alfonso X el Sabio». —¿No le intimida un poco ser la Académica más joven? —Ha habido otros académicos varones que fueron elegidos incluso con menos edad que yo. En cualquier caso, siempre es un privilegio poder escuchar y aprender de personas sabias que acumulan los conocimientos de toda una vida.—Echa de menos más mujeres en la docta casa. ¿A qué otras mujeres le gustaría tener como compañeras?—Nunca lo diría si quisiera hacerle un favor a la posible candidata. Por otro lado, hay muchas mujeres con méritos más que sobrados para formar parte de la RAE.—Ocupará el sillón que dejó Ángel González, uno de nuestros académicos más queridos y carismáticos. ¿Algún recuerdo para él?—Sí, aparte de referirme a su obra, citaré versos suyos a lo largo del discurso: desde al principio hasta el fin.—¿Y sobre qué va a versar ese discurso? —Trato de mostrar la complejidad de la formación histórica del español y destacar que el español no resulta simplemente de la expansión territorial de la lengua propia de la Castilla septentrional. El español tiene una base plural, no solo castellana.—Es experta en Dialectología. ¿Qué papel le gustaría desarrollar dentro de la RAE? ¿Tiene en mente algún empeño o iniciativa personal en su ámbito de conocimiento?—Depende de las necesidades de la institución. Por supuesto, colaboraré en aquellos temas en que mis conocimientos lo permitan. De momento voy a trabajar en la edición crítica de la Estoria de España de Alfonso X el Sabio para la Biblioteca clásica de la Academia.—¿Cuáles son las amenazas sobre el idioma contra las que la RAE debe estar especialmente vigilante?—La función de la RAE es describir la norma culta de las diversas comunidades lingüísticas que componen el mundo hispanohablante y proporcionar herramientas actualizadas de consulta a los integrantes de esas comunidades que les permitan un acceso cómodo a esa norma. —Es usted profesora en la Universidad Autónoma. ¿En materia lingüística en qué nivel están nuestros universitarios? ¿Hace la universidad todo lo que debe para cuidar y mejorar el uso del idioma de sus alumnos?—Creo que no es función de la Universidad enseñar expresión oral y escrita: se trata de competencias que deben haberse aprendido antes, en la enseñanza secundaria. Desgraciadamente, no siempre sucede así.—Últimamente a la RAE le reprochan que sus textos normativos sugieren mucho más de lo que exigen. ¿Qué le parece esta política?—La RAE recomienda de acuerdo con el uso de la norma culta, pero siempre debe haber un margen de flexibilidad, ya que en el mundo hispanohablante la norma culta no es única.—García de la Concha hizo mucho hincapié en el hecho de que los españoles sólo somos el 10% del idioma. ¿Es América el principal reto de la Academia?—No lo veo como un reto, porque es una realidad muy presente en la agenda de la RAE. Las academias americanas ya vienen trabajando en colaboración con la española, por ejemplo, en la Nueva gramática, el Diccionario de americanismos y en la Ortografía. Ello prueba la voluntad de integración de todos los usuarios del español, españoles y americanos. —¿Qué le ha parecido la elección de Blecua para presidir los próximos años la institución?—Muy bien. Tanto José Manuel Blecua como Darío Villanueva representan la continuidad en la línea de logros que encabezó Víctor García de la Concha.