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Inmigrantes que estudian valenciano creen favorece su integración

17/05/2008

Los inmigrantes encuentran en el aprendizaje del valenciano una forma de mejorar su integración en la Comunitat y un recurso útil a la hora de relacionarse con todos los estamentos de la sociedad autóctona, al tiempo que se convierten en un instrumento para la recuperación del idioma minoritario.EFE Escola Valenciana-Federació d'Associacions en Valencià coordina un proyecto de voluntariado en valenciano en el que ponen en contacto a personas con un alto conocimiento del idioma con otras que quieren aprenderlo entre las que hay un gran número de inmigrantes procedentes de diversos países además de españoles y valencianos que quieren aprender a desenvolverse en valenciano. Dariana Groza es rumana y, después de realizar las diez sesiones del programa, ahora enseña a otros que quieren aprender y coordina el programa en la ciudad de Valencia donde ya ha formado a la pareja número 100. Dariana está afincada desde hace casi cuatro años en Catarroja (Valencia) donde sus dos hijos realizan sus estudios en valenciano, una circunstancia que, según ella, les ha proporcionado "muchos beneficios", incluida una mejor integración. Cuando llegó con su familia a Catarroja desconocía que en la Comunitat coexistieran dos lenguas oficiales, pero destinaron a su hijo de 11 años a un colegio en el que los estudios se realizan sólo en valenciano. Tras la experiencia de su hijo mayor, Dariana decidió matricular al pequeño directamente en valenciano porque, según explica, la experiencia del primogénito "resultó muy buena" para él ya que ahora domina perfectamente tres idiomas y "tiene más facilidad para aprender otros, como el inglés". Entre otros beneficios que esta madre rumana ha notado en su hijo se encuentra una "mayor facilidad para relacionarse con la gente de aquí y para hacer amigos". De hecho, considera que estudiar en valenciano es un buen sistema de integración para los niños. Al ver los beneficios en su hijo, Dariana decidió aprender también el valenciano y se apuntó al programa de Escola Valenciana que tiene por objetivo crear nuevos hablantes en valenciano. Ahora, ella es la que ayuda a otras personas a perder el miedo a relacionarse en la lengua cooficial de la Comunitat. El programa de Escola Valenciana ya ha formado a 2.500 parejas en tres años con aprendices de 23 nacionalidades diferentes y ha conseguido implantarse en 52 poblaciones de la geografía valenciana. Entre estos aprendices se encuentra Richard Morris, un estadounidense que, tras 12 años viviendo en Valencia, ha decidido aprender a hablar en valenciano para mejorar sus relaciones con la Administración, pues posee tres empresas y debe estar en contacto con las instituciones públicas. "Mi familia es judía y habla yidish, un idioma que está a punto de desaparecer y, por ello, creo mucho en la recuperación de los idiomas minoritarios", reconoce Richard, quien asegura que aprender el valenciano supone para él "tener más recursos" aunque eso no va a implicar abandonar un idioma por otro. Para otros alumnos del voluntariado como la venezolana Viviana Quintero, la intención a la hora de apuntarse al programa era, simplemente, aprender un nuevo idioma porque, en su caso, hablar el castellano le ha facilitado la integración. Sin embargo, Viviana reconoce que el valenciano necesita un impulso porque "cuando la gente que tiene el valenciano como lengua materna se encuentra con alguien que habla en castellano, le habla en este idioma". Y no sólo eso, sino que considera que las instituciones no impulsan la lengua cooficial. De hecho, el programa de esta organización, que se autodefine como una "ONG del valenciano", pretende aumentar el número de hablantes para recuperar y difundir esta lengua también entre la población inmigrante de la Comunitat, que representa a cerca de 800.000 personas.