Jóvenes que dan jaque a la traducción de la inteligencia artificial
Yeray Rivero, estudiante del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Legio VII, consigue un reconocimiento especial en el certamen europeo Juvenes Translatores, un programa que busca cantera para un mercado en auge en un mundo globalizado. Los traductores expertos ponen en valor sus fortalezas y sus conocimientos frente a la dinámica de la inteligencia artificial.
Contexto, conocimiento del idioma, vocabulario y mucha información sobre el contenido que se va a traducir. Una buena interpretación necesita mucho más que traducir palabras de distintos idiomas. El certamen anual Juvenes Translatores de la Unión Europea promociona la traducción de idiomas entre los estudiantes de Bachillerato y buscar fomentar una especialidad que está en auge a través de los departamentos de idiomas de los institutos.
El estudiante leonés de segundo de Bachillerato en Humanidades en el IES Legio VII, Yeray Rivero, de 17 años, ha logrado una mención especial en el certamen de este año, junto a otros 22 jóvenes de distintos puntos de España en una prueba en la que participaron 2.000 estudiantes de toda España.
Yeray se enfrentó a un texto en inglés sobre inteligencia artificial y el jurado valoró su excelente traducción, su calidad y creatividad. No es la primera vez que un joven leonés participa y consigue buenos resultados en esta convocatoria que se celebra desde el año 2007. «Una buena traducción mejora la experiencia de la lectura», asegura este joven leonés que hace tres años, en 4º de la ESO apostó por conseguir los títulos que acreditan su conocimiento de inglés.
«Hice la traducción en un ordenador del colegio. Nos convocaron a todos los participantes al mismo tiempo y a mí me tocó un texto sobre si la inteligencia artificial suplantaría a los traductores en un futuro. Me dieron dos horas». Su traducción mereció un reconocimiento especial en este certamen que se celebra anualmente desde el año 2007. «La traducción realizada por Yeray Rivero fue elogiada por la responsable de corrección de la UE, quien destacó la fidelidad al original, la fluidez del texto, así como el uso variado y auténtico del vocabulario. Además, resaltó la creatividad y la habilidad para adaptar expresiones idiomáticas con imaginación».
Saber reflejar correctamente el original, las expresiones y un vocabulario variado, además de aportar creatividad y contexto, son las fortalezas para una buena traslación. Yeray no cree que la traducción sea su único destino profesional. «Me voy a Madrid a estudiar el doble grado de Historia y Filología Clásica y quizás la traducción sea un complemento para el futuro. El objetivo de este certamen en que la gente a la que le gusta la traducción se introduzca en ese mundo, que es muy difícil y está muy mal pagado. Si se traduce de forma precisa se puede mejorar la experiencia de lectura. Hay que tener mucho conocimiento del tema que se va a traducir y dominio de la lengua».
Carlos Fortea, profesor del Grado en Traducción e Interpretación, Máster en Traducción Literaria en la Universidad Complutense y Premio de Traducción Esther Benítez por su traducción de Todo en vano, de Walter Kempowski, destaca el valor «fundamental» de esta disciplina «en una época globalizada». «La traducción está en pleno debate por la introdución de la inteligencia artificial». Un supuesto competidor en la para los traductores profesionales que acentúan la dificultad de los textos literarios o la interpretación. «Estamos en una fase de incógnitas», asegura Fortea. «El campo laboral de la traducción es muy grandes. Series de televisión, videojuegos, intérpretes en organizaciones internacionales, doblajes de películas, hay muchas oportunidades, pero las condiciones laborales no son las que merece»,
En España hay 20 facultades que ofrecen el Grado de Traducción e Interpretación.
«En cada una se gradúan al año unos 60 estudiantes» que se preparan en grupos pequeños no sólo en conocimientos lingüístico «sino que tienen que demostrar una curiosidad sin límites. Buscar documentación y averiguar dónde está toda la información que necesitan para dar contexto a lo que van a traducir o interpretar. Es un oficio con múltiples variantes te obliga a cambiar de personalidad varias veces al año», asegura Fortea. «Hay mucha gente que estudia traducción, es una carrera en auge con una gran demanda profesional, una salida natural para los estudiantes de Humanidades. La salida profesional natural es la de ejercer como autónomo, hacer una oposición para una organización internacional o contratado por una empresa».
Lo que valora el jurado
La fidelidad al original, la fluidez del texto, así como el uso variado y auténtico del vocabulario.