Jorge Fernández Díaz fue nombrado miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española
Jorge Fernández Díaz ingesó a la Academia Norteamericana de la Lengua Española / Foto Lucía Merle
El escritor, periodista y ensayista Jorge Fernández Díaz se convirtió este martes en miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, una institución que acoge a los 62 millones de hispanohablantes que residen en Estados Unidos.
“Fue una sorpresa completa porque fue una decisión que tomó la academia, una de las más prestigiosas del mundo”, confió el escritor en diálogo con Clarín Cultura. “Yo siempre he sido un escritor plebeyo y periodista plebeyo y nunca imaginé que podía estar en una academia y que me produzca tanta felicidad esa tarea y sin embargo eso pasó”, añadió emocionado.
La Academia Norteamericana de la Lengua Española tiene como misión el estudio, elaboración e implementación de las reglas normativas del español de los Estados Unidos de América. Tiene sede en Washington.
La incorporación de Fernández Díaz se da en el marco de los festejos por su 50° aniversario, en tanto que a fines del 2023 había sido incorporado el ensayista Santiago Kovadloff. En esta oportunidad también se incorporó al nicaragüense Sergio Ramírez, Premio Cervantes de Literatura, y a Arturo Pérez Reverte, uno de los autores en español de mayor venta en el mundo.
Fernández Díaz, quien forma parte desde hace casi una década de la Academia Argentina de Letras, publicó a principio de 2024 su más reciente obra literaria, Cora, un relato policial sobre una investigadora privada especializada en infidelidades.
El escritor confió a Clarín que fue “una gran sorpresa” su nombramiento en la institución estadounidense. “Es un reconocimiento no solo por mi obra literaria, sino porque hace cuarente años que estoy, además de trabajar en la trinchera del periodismo, estableciendo vínculos con los escritores latinoamericanos y principalmente españoles”, sostuvo.
El autor comentó sobre su nombramiento le permitirá “refugiarme en lo académico ante las tempestades de la realidad, que son cada vez más ácidas”. "No sé si es que soy más viejo o que la cosa esta más áspera. Creo que la política esta mucho más áspera que hace veinte años”, afirmó.
“Estos colegas que se han incorporado a nuestros quehaceres son una muestra más de que la ANLE se sigue abriendo, ensanchando límites y fronteras y creando vínculos y puentes –expresó Nuria Morgado, presidenta de la institución– para trabajar en estrecha colaboración con otras academias de la lengua española en el mundo en ese objetivo común de que la diversidad de hablas es un tesoro lingüístico y cultural que debe ser valorado, protegido y celebrado”.