Jornadas «Lenguando. Conectados por
la lengua»
¿Es cliente espía una buena alternativa en español al mystery shopper inglés? ¿La palabra textismos es válida para aludir a las formas específicas que se usan en los mensajes de texto como dnd o sld2? ¿Un futbolista es centenario solo cuando cumple cien años o también si ha jugado cien partidos?Esos eran algunos de los temas que estaban sobre la mesa del Consejo que se celebró de cara al público en la Casa del Lector de Madrid, con motivo de las jornadas sobre el idioma Lenguando. Conectados por la lengua. La Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA), creada hace ocho años por la Agencia EFE y el banco BBVA con el apoyo de la Real Academia Española, emite cada día recomendaciones lingüísticas y contesta a través del teléfono, el correo electrónico y las redes sociales cientos de preguntas de periodistas y de muchas otras personas interesadas en el buen uso del español.Para ayudarlos en los aspectos más complejos de esa tarea cuentan con un Consejo en el que se sientan académicos, prestigiosos lingüistas, periodistas y expertos en otras materias y que se reúne regularmente con el equipo de la Fundación. Alternativas a anglicismos, neologismos y cuestiones sobre las que puede existir duda en la interpretación de la doctrina académica son algunos de los asuntos que suelen abordarse en esas reuniones.Los académicos Gregorio Salvador y Salvador Gutiérrez, los lingüistas Pilar García Mouton y Leonardo Gómez Torrego, el periodista Mario Tascón y los economistas Manuel Conthe y Clara Barrabés han participado hoy en este encuentro extraordinario en Lenguando. Estas jornadas, que celebran este año su segunda edición, están organizadas por Molino de Ideas, empresa especializada en procesamiento del lenguaje natural; Cálamo&Cran, una sociedad dedicada a los servicios editoriales y de corrección, y por Xosé Castro, guionista, traductor, intérprete y divulgador lingüístico, y cuentan con la colaboración de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.Eduardo Basterrechea, de Molino de Ideas, asegura que una de las actividades que más demanda de participación ha tenido en esta edición es el Consejo abierto de la Fundéu «por la gran novedad que supone». El director general de la Fundéu BBVA, Joaquín Müller, ha señalado que estas jornadas son una iniciativa «fantástica» en la que se reúne mucha gente joven «apasionada por el lenguaje». «Es una alegría y un síntoma muy bueno de la salud del idioma».La traducción como modo de vida, la escritura creativa, las novedades en el mundo de los diccionarios (¿Qué hay de nuevo, viejo?), la toma de notas para la interpretación consecutiva y el mundo de la edición (No me llames editor llámame Lola) son algunos de los talleres y conferencias que se han desarrollado en las primeras horas de Lenguando, que cumple este año su segunda edición.A partir de ahí y hasta el domingo se sucederán otros sobre periodismo, lingüística, tecnología, enseñanza, traducción y corrección lingüística (Horrorismos, herratas y otros anacolutos), entre otras áreas.Las jornadas, explican sus organizadores, abordan los diversos aspectos de la comunicación y el lenguaje desde un punto de vista «único, diferente, práctico y, por supuesto, divertido». Eso sí, «sin abandonar el rigor; somos divertidos, pero rigurosos”, explica Basterrechea.Antonio Martín, socio-director de Cálamo&Cran, subraya la horizontalidad del planteamiento: «El objetivo es conocer qué estás haciendo tú por el lenguaje y qué te puede servir de lo que está haciendo el otro, que probablemente no habrás escuchado porque no es de tu grupo».Más que un encuentro de «alternativos» del lenguaje, Lenguando es, para Martín, «el lugar de las alternativas del lenguaje: aquí se ven guionistas, traductores, lingüistas, periodistas, lexicógrafos, correctores, foniatras, editores, redactores, programadores, profesores… La alternativa es tan grande que uno descubre que el lenguaje es un país mucho más grande de lo que podíamos sospechar».Xosé Castro añade: «No nos tenemos por alternativos ni raritos ni distintos, pero si hay algo que nos une a los organizadores es que no nos gusta aburrirnos cuando vamos de congresos. Hemos estado en muchos así que tenemos muy claro qué sabor en boca, qué bouquet y qué retrogusto queremos dejar en quienes vengan a Lenguando».«Por eso queremos hablar de cuestiones que quizá no se traten tanto en otros congresos más académicos: hablar de dinero, de rentabilidad económica, de aplicaciones prácticas, de trucos y consejos, de lengua aplicada a la tecnología y tecnología aplicada a la lengua, de orientación a profesionales que en estos momentos quisieran reciclarse o probar otras salidas profesionales de la lengua», concluye.