La lengua oral, clave cultural en la infancia
El lingüista y psicólogo Evelio Cabrejo Parra presenta obra enriquecedora para académicos y padres
Está comprobado que la relación con el lenguaje no inicia desde los primeros balbuceos y palabras de un bebé, sino que desde su gestación en el vientre, donde comienza a identificar el sonido del exterior y las palabras que rondan alistando su llegada al mundo.
En su nueva publicación “Lengua oral: destino individual y social de las niñas y los niños”, el lingüista, psicólogo e investigador colombiano Evelio Cabrejo Parra, comparte un detallado ensayo sobre los impactos, sus diferentes etapas y la relación cultural que desde la primera infancia se construye a través de la lengua oral y las formas, por ejemplo, en las que su núcleo familiar las desarrolla y comparte.
“El bebé es muy sensible a la entonación de la voz y a la prosodia (pronunciación y acentuación) de la lengua, es por eso que en todas las culturas existe una literatura infantil, los arrullos, los cantos de cuna, esa especie de poesía tradicional, que es para alimentar las capacidades de escucha del bebé”, explica el autor.
A través de “Lengua oral: destino individual y social de las niñas y los niños”, perteneciente a la colección de Espacios para la lectura del Fondo de la Cultura Económica, Cabrejo puntualiza que la lengua oral naturalmente se interioriza a través de la audición y la escucha, por lo que es importante comprender cómo es que un bebé memoriza lo que escucha y cómo posteriormente lo utiliza para construir su propia voz dando sus primeros balbuceos.
“La lengua oral es una especie de ‘música’ que compartimos socialmente y los bebés tienen esa capacidad misteriosa a de apropiarse de la lengua de las personas que lo rodean. En ninguna cultura se le dan cursos a un bebé para que aprenda a hablar, todo lo que hay que hacer es hablarle y él hace su trabajo”.
Evelio Cabrejo Parra enfatiza la importancia de brindar una lengua lo más rica posible en su contenido y a la vez también realizar una curaduría particular sobre lo que se le enseña, pues de aquí es donde niñas y niños seleccionan lo que consideran más relevante para comenzar a comunicarse en su vida cotidiana.
“No es porque el bebé comprenda el significado de las palabras, él comprende la música y la lengua. (Como adultos) comprendemos el significado de las palabras, pero el bebé seguía por la música, la lengua y la entonación que el bebé empieza a construir significados”.
Si desde la primera infancia existe un ambiente violento y de poca o nula atención y acompañamiento hacia lo que está escuchando un bebé, Evelio Cabrejo resalta que esto innegablemente tendrá un impacto en el desarrollo de la persona.
“Tenemos una responsabilidad muy grande sobre cómo filtrar de una manera nuestras funciones a través de la música y la lengua para que no sean tan agresivas. Uno puede recordar una frase que su padre, madre o hermano dijo cuando se es niño y se crea una cicatriz difícil de curar. Hay que tener consciencia de lo todo lo que se puede transmitir a través del lenguaje, la agresividad, el amor, el odio, ternura, la duda, injusticia”.
Es por ello que recomienda que el aprendizaje de la lengua oral no sólo se enfoque en elementos externos como la literatura o la música, rescatar las narrativas orales de la familia, por ejemplo, a través de los abuelos y sus historias, adivinanzas, trabalenguas y cuentos, ayudará a tener una percepción diferente, más amigable y cercana hacia las palabras y su propia intuición.
“Cuando el niño ya empieza a balbucear está entrando en la lengua, está construyendo su voz y está en una cultura, la lengua es una experiencia cultural”.