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"La universalidad del castellano la tiene hoy América Latina"

17/07/2008

José Carlos Rojo, El Diario MontañésEl Siglo de Oro, forjado en el seno del Renacimiento del XVI y el Barroco del XVII que, según los expertos, localiza su inicio con la publicación de la Gramática castellana de Antonio de Nebrija (1492), y toca a su fin con la muerte de Calderón, en 1681, es la temática en torno a la que «nos hemos reunido un grupo de expertos para abordar diversas cuestiones de lo que fue este momento excepcional de las letras hispánicas y universales, en el que se produjeron nombres excepcionales».Así se explicó el catedrático de Literatura Hispanoamericana Universal de Alicante, José Carlos Rovira que, junto al profesor Doctor de la misma Universidad, José María Ferri Coll, toman las riendas del curso que con el título 'Un Siglo de Oro entre América y España', pretende encontrar el equilibrio entre las intervenciones de los 14 ponentes invitados durante esta semana, y la participación de los asistentes.«De hecho estamos muy contentos con la respuesta positiva que ha tenido el público, que en algunas sesiones llega a participar más que el ponente. Eso es lo realmente interesante de las mesas redondas», destacó Ferri.El catedrático José Carlos Rovira , aseguró que es «indudable que la universalidad del castellano en el mundo la tiene hoy América Latina». A su juicio, la aportación de esta geografía humana y cultural a la literatura es «excepcional, sobre todo a partir de los años sesenta del siglo XX, porque son y escriben más».En el foro no obstante, se revisan nombres como Góngora, Quevedo, Cervantes y Calderón se presentan como máximos exponentes de un periodo en el que la literatura española se encontraba en plena efervescencia, y la latinoamericana tomó el testigo, «centrada en un primer momento en la imitación», para desarrollar una voz propia que derivaría, más tarde, en la creación de elementos que le valdrían el reconocimiento con carácter propio.«Un día, el Inca Garcilaso, Guamán Poma de Ayala, Juan Ruiz de Alarcón o Sor Juana Inés de la Cruz hablarán ya con otro acento, con otro clima en sus escritos». Sin olvidar tampoco los españoles presentes allí, o incluso los que «desde aquí recrearon literariamente las Indias, en un recorrido que tiene mucho que ver con los sueños trasatlánticos de la península», explicó Rovira. Sin olvidar el movimiento «que a partir del siglo XVIII, y principios del XIX, será el fermento de un surgimiento, a través de la fuerte creatividad hispánica, de una literatura que anunciaría 'el retorno de los galeones', cargados de palabras, que ya en el siglo XX forjaría una literatura que daría lecciones a todos».Sustrato comúnTodas estas circunstancias llevan a la necesidad de «contemplar las dos literaturas, nacidas de un sustrato común, como algo único, con un lenguaje compartido: el español», argumentó Ferri.Por ello, 14 ponentes «de diferentes universidades entre las que se encuentran las de Alicante y la Complutense, participan en el encuentro en el que también hay un lugar reservado para dos expertos venidos de América».Mercedes López-Baralt, catedrática de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Puerto Rico, y el profesor Aurelio González, director del Centro de Estudios Literarios del Colegio de México, son dos figuras de gran dimensión literaria y cultural que tenemos la suerte de incorporar al curso para que nos aporten una visión más cercana de aquel mundo literario».A la hora de aventurar una posible época que pueda equiparar la grandeza del Siglo de Oro, José María Ferri se mostró muy cauteloso. «Es complicado que las circunstancias que se dieron en aquel momento encuentren equivalencia. No tanto por la calidad, como por la cantidad de las plumas que coincidieron en un mismo periodo». Aunque ya comienza a hablarse de la edad de plata de los años 20 del pasado siglo, siempre será necesaria la perspectiva del tiempo. «Que sean los hombres y mujeres de finales de este siglo los que determinen en qué medida valoramos este tiempo».