Labastida: "La relación de igualdad entre las academias de la lengua no ha llegado todavía"
Jaime Labastida, presidente de la Academia Mexicana de la Lengua (AML)
No existe una relación de igualdad entre la Real Academia Española (RAE) y las academias de la lengua del resto de países de Latinoamérica", asegura el presidente de la Academia Mexicana de la Lengua, Jaime Labastida, aunque reconoce que no se le pude achacar a la española una actitud de prepotencia.</strong>
"La relación de igualdad no ha llegado todavía. Pero no es prepotencia, es lógico que la RAE mantenga esta posición porque dispone de los lexicógrafos, gramáticos y lingüistas mejor preparados. Ellos son los que revisan el trabajo, con nuestra ayuda. Quizá, nosotros deberíamos preparar a lingüistas que pudieran participar de manera más activa en el trabajo. Por tanto, también es un defecto nuestro", destacó Labastida en una entrevista concedida a Notimerica.com.
Sin embargo, el actual diccionario de la RAE incluye una gran cantidad de españolismos en comparación con los términos propios de América Latina que se puedan encontrar en él. Una situación que la Academia Mexicana de la Lengua sortea, elaborando su propio diccionario de mexicanismos.
"La RAE se resiste a considerar como españolismos términos que lo son. No usamos los mismos verbos, los mismos sustantivos.Hay que marcar esas diferencias, eso es todo. La lengua española es una, al mismo tiempo que diversa", destaca el presidente de la academia mexicana.
De hecho, Labastida señala que en las definiciones de ciertos términos se usan palabras propias de la Península Ibérica que no tienen el mismo significado en Latinoamérica. Así ocurre con el cóctel conocido como 'daiquiri', en cuya explicación la RAE incluye la palabra zumo, que tiene diferente significado a uno y otro lado del océano Atlántico.
La búsqueda de la diferenciación
Durante mucho tiempo, México desdeñó la enseñanza del español, en la búsqueda de una diferenciación de la que hasta el siglo XIX había sido su metrópoli. Fue en ese momento cuando se dejó de fomentar el aprendizaje de las lenguas clásicas y se descuidó la gramática castellana. Sin duda, es también una de las razones por las que la actual Constitución mexicana no cita al español como su lengua oficial.
"Quisimos ser diferentes a España y para ello también desdeñamos las instituciones políticas. Nosotros somos república y no monarquía, tenemos una constitución diferente (a la española), somos una república federal, somos laicos, mientras allí existe una relación muy íntima con la iglesia", argumenta Labastida.
Y de hecho, España ha dejado de ser el modelo de corrección lingüística que ostentó durante años. Hoy se puede afirmar que todos los dialectos del español son igual de correctos, lo que conforma un idioma cargado de diferencias y diversidad que continúa evolucionando de formas muy variadas.
"Los lingüistas de hoy dicen que el que se expresa de manera satisfactoria está hablando aquella lengua que le es propia. Por tanto, no hay un español correcto y otro incorrecto</strong>", aseguró.
Ante la intromisión de términos anglosajones en el español, Labastida recalca que no tiene "mayor importancia". Considera que no es una situación preocupante, sino que se debe a que la lengua está viva, "toma unas palabras y deja otras muchas".
"Hay muchas más influencia del español en Estados Unidos que del inglés en México. (...) Esta es una amenaza mucho más fuerte que la inclusión en en el español de términos anglosajones que vienen de la técnica o de la tecnología y que tenemos que usar. ¿Qué sustituye a Twitter o Facebook? La gente le presta atención a estas cosas que no tienen la mayor importancia", destacó.
De hecho, recalcó que en España se toman muchos más términos anglosajones que en México, con la diferencia de que en la Península Ibérica se españolizan rápidamente". Una muestra más de la enorme diversidad de la que es ya la segunda lengua más hablada del planeta.