A las pocas horas de nacer, tu bebé ya es capaz de distinguir los sonidos naturales del habla
Sabíamos que los bebés son capaces de diferenciar voces y sonidos desde el útero materno, y que al poco tiempo de su nacimiento ya pueden recordar algunas palabras. La capacidad que tiene el bebé para el aprendizaje del lenguaje es realmente compleja, y cuanto más descubrimos acerca de ello más sorprendente resulta.
Ahora, un reciente estudio publicado en Nature Human Behavior ha desvelado un detalle asombroso: los bebés empiezan a aprender los sonidos del lenguaje a las pocas horas de nacer.
El estudio fue realizado en China por un equipo de investigación neonatal. En él participaron 75 recién nacidos sanos y a término, a los que se les colocó en la cabeza unos gorritos con dispositivos diseñados para medir cambios en los niveles de oxígeno del cerebro y así detectar las áreas activas en cada momento.
Este procedimiento (seguro e indoloro para el bebé) se realizó dentro de las tres horas posteriores al nacimiento y tenía como objetivo identificar cómo los bebés procesan el lenguaje.
Los recién nacidos fueron expuestos a pares de sonidos que incluían cadenas de vocales naturales reproducidas en su idioma nativo (chino mandarín) ―también comunes a la mayoría de los idiomas humanos― y a las mismas secuencias pero invertidas, es decir, reproducidas al revés.
Aunque en las tres primeras horas los bebés no diferenciaron la sutil diferencia entre las vocales reproducidas hacia adelante y hacia atrás, tras escuchar estos sonidos durante cinco horas sus cerebros comenzaron a mostrar respuesta.
Esta respuesta era más rápida y fuerte cuando las vocales se reproducían hacia adelante, lo que sugiere que a las pocas horas de nacer, el cerebro del bebé ya es capaz de diferenciar entre los sonidos naturales del habla y los poco naturales.
Además, los científicos pudieron comprobar que las regiones cerebrales del lóbulo temporal superior (una parte del cerebro asociada con el procesamiento auditivo) y de la corteza frontal (involucrada en la planificación de movimientos complejos) estaban involucradas en el procesamiento de los sonidos de las vocales. Estas áreas también se activan en los adultos para el procesamiento y producción del lenguaje.
Estos hallazgos refuerzan aún más las recomendaciones de hablar al bebé nada más nacer, pues hacerlo tiene importantes beneficios para su desarrollo neuronal y la adquisición del lenguaje.
Estos beneficios se observan especialmente en el caso de los bebés prematuros, pues hablarles no solo les ayuda en la adquisición de sus habilidades motoras y en su desarrollo mental y del lenguaje, sino que también disminuye su dolor durante la realización de alguna prueba médica.