Lenguas mexicanas en peligro de
desaparición
EFEDe las 364 variantes lingüísticas indígenas que existen en México, el diez por ciento está en riesgo de desaparecer debido a la discriminación que sufren los miembros de estas comunidades, según fuentes oficiales.El director general adjunto del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), Fabricio Gaxiola, explicó en entrevista con Efe que las 364 variantes lingüísticas mencionadas derivan de las 68 lenguas indígenas nacionales que fueron catalogadas como tales en el Diario Oficial de la Federación el 14 de enero de 2008.De acuerdo con estudios respaldados en textos escritos por frailes, cronistas y viajeros, en el territorio de México antes de la conquista española (1519-1521) existieron alrededor de 200 lenguas, y desde la época colonial hasta nuestros días habrían desaparecido unas 141 lenguas, calificadas por los expertos como agrupaciones lingüísticas.El término de agrupaciones lingüísticas fue establecido en el Catálogo de Lenguas Indígenas Nacionales del INALI como el conjunto de variantes del lenguaje que hablan los grupos étnicos en el país.Algunos ejemplos de dichas agrupaciones lingüísticas extintas son el potlapigu, guazapar, mocorito, ocoroni, acaxee, sayulteco, zacateca, ure, himeri, vigitega, chinarra, zuaque, sabaibo, cocoa, tecuexe y ahome.Gaxiola aseguró que la «la discriminación« es el motivo principal de la extinción de estas lenguas y añadió que lo más grave es que los propios discriminados aceptan esta situación, «pues ni a los niños les interesa aprender su propia lengua porque saben que cuando vayan a la escuela o a una simple tienda los van a reprimir«.Explicó que, según estudios oficiales, algunas de esas lenguas solo las conservan ancianos mientras que sus hijos apenas las entienden pero no las hablan, en tanto que los nietos ya «ni entienden ni hablan«.Gaxiola atribuye este fenómeno al hecho de que las generaciones de padres hablantes sufrieron en su momento discriminación y que por lo mismo no quieren transmitir a sus hijos la lengua para que ellos no sufran.«Es su mecanismo de defensa, pues la misma pérdida de uso práctico en los contextos sociales los ha alejado de sus raíces lingüísticas casi por completo y si no hacemos algo para solucionar este problema cada cuarenta años podrá morir una lengua«, indicó.Según el último censo de Población y de Vivienda del Instituto Nacional Estadística y Geografía (INEGI), realizado hace cinco años, 104 variantes lingüísticas cuentan con menos de mil hablantes.Como ejemplo está el que de entre las dieciséis variantes lingüísticas del maya, solo seis personas hablan el awakateko, diez el ixil nebajeño, veinticuatro el kaqchikel, veinticinco el k'iche occidental, 45 el ixil chajuleño y 49 el teko.Pero el caso más dramático es —según registros del INALI— el de la lengua «ayapaneca«, originaria del estado de Tabasco, ya que sólo quedan dos hablantes que no viven en el mismo poblado, es decir prácticamente no hablan entre ellos.«Es necesario que las personas entiendan que la única manera de transmitir verdaderamente una cultura y su sentir es mediante la lengua, por lo que es necesario grabarse con fuego que si no nos aferramos a nuestra identidad desaparecemos«, enfatizó Gaxiola.Actualmente, se llevan a cabo en México esfuerzos comunitarios encaminados al cambio de actitud en la población nacional respecto a sus orígenes, lenguas, hablantes y prácticas socioculturales y al reconocimiento del patrimonio cultural intangible de la nación.También hay campañas de sensibilización de la población para conservar las lenguas indígenas así como una propuesta para una completa catalogación académica respecto a su diversidad lingüística.«La correcta aplicación de la justicia, el acceso a la salud y a la educación de los pueblos indígenas deriva del conocimiento preciso del lenguaje, y sin la correcta comprensión no hay manera alguna de lograr el entendimiento«, afirmó Gaxiola.